Para nadie resulta ajeno el crecimiento imparable de los teléfonos inteligentes y dispositivos móviles, que incluyen principalmente las tabletas electrónicas y los dispositivos de vestir, tales como relojes, bandas, lentes, y auriculares que se conectan e interactúan con nuestros teléfonos inteligentes. Diversas pueden ser las causas de su creciente desarrollo, pero tal vez una de las más importantes es la extraordinaria cantidad de aplicaciones (apps) a las que los usuarios tienen acceso a través de estos dispositivos móviles.
La mayoría de los desarrolladores de aplicaciones se concentran en dos plataformas: iOS (Apple) y Android (Google), por la sencilla razón de que combinadas representan el 95.7% del mercado de teléfonos inteligentes en el último cuatrimestre del 2013, de acuerdo a estadísticas de IDC.
Considerando que no solo los teléfonos inteligentes, sino también los dispositivos móviles, los dispositivos de vestir y el “internet de las cosas” son tendencias que seguirán impulsando el crecimiento de la industria de las apps por muchos años, me permito compartir con todos los desarrolladores las siguientes recomendaciones legales:
1) PROTEGE TU IDEA.
Todas las apps nacen con una idea, ya sea de negocio o simplemente se nos ocurre algo para hacerle la vida más sencilla o más entretenida a los usuarios de dispositivos móviles. Tal vez hoy no tienes claro cómo hacer negocio con esa idea que se convertirá en una app, pero si el proyecto es bueno, seguramente hallarás la manera de monetizar tu desarrollo móvil.
En el camino encontrarás muchas personas y empresas con las que quieras platicar tu idea, muchas veces tal vez con el ánimo de encontrar inversionistas o socios que te apoyen en el desarrollo de la aplicación. La única manera para evitar quedar desprotegido en caso de que te roben tu idea es firmar un Contrato de Confidencialidad, conocidos comúnmente como “NDA’s” (Non Disclosure Agreements).
Este contrato debe estar cuidadosamente redactado para que proteja tu idea pero al mismo tiempo “sea firmable” por quienes van a escuchar o conocer tu proyecto.
2) PROTEGE TU SOFTWARE.
Una vez que has decidido los pormenores (características y funcionamiento) de tu aplicación tendrás que tomar una decisión importante: ¿quién la va a desarrollar? Puedes hacerla tú mismo sin ayuda, puedes pedirle ayuda a amigos o conocidos o tal vez lo más fácil sea contratar a un desarrollador o equipo de desarrolladores para que realicen el proyecto completo bajo tus instrucciones, ya sea como empleados o proveedores.
En cualquier caso en donde requieras el apoyo de terceros (amigos, empleados o una empresa), deberás cuidar al máximo el tema de propiedad intelectual. “Obra por encargo” u “obra creada bajo una relación laboral” son dos figuras jurídicas que deben estar plasmadas a detalle en los contratos que celebres con terceros o con empleados que vayan a estar a cargo del desarrollo de tu aplicación. Al ser tú quien los contratas para que realicen la obra específicamente bajo tus instrucciones, mediante una compensación correspondiente (salario u honorarios), tú eres quien tiene el derecho a ser el titular de los derechos patrimoniales o de explotación comercial de la obra resultante.
Las apps pueden ser sujetas a protección mediante dos vías: derechos de autor (programa de software o base de datos) y propiedad industrial (marca registrada o aviso comercial). El registro de obras se realiza ante el Instituto Nacional del Derecho de Autor y el registro de marcas y signos distintivos ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial.
3) LEE LOS TÉRMINOS Y CONDICIONES PARA DESARROLLADORES DE APPS.
Recuerda que la distribución masiva y éxito de tu app depende en buena medida de las dos grandes tiendas de aplicaciones: iTunes (AppStore) y Play (Google). Antes de subir tu aplicación a cualquiera de estos dos mercados, revisa a conciencia tanto las políticas o guías para desarrolladores, así como los términos y condiciones de Apple y Google.
Aquí te comparto los enlaces para que encuentres la información fácilmente:
• Google Play Apps Policy Center
• iOS Developer Program License Agreement & Guidelines
En ambos casos existen (a) guías o políticas, y (b) contratos de licencia o términos y condiciones que obligan a los desarrolladores.
4) CUIDA QUE TU APP NO VULNERE LA PRIVACIDAD DE LOS USUARIOS.
La privacidad en internet y medios electrónicos es un tema que cada vez provoca mayor preocupación a nivel mundial. Las apps no solo representan un riesgo cuando se consideran “maliciosas” (desarrolladas por hackers para lucrar ilegalmente con la información y el teléfono del usuario), sino también cuando son “apps legítimas”, pues el desarrollador puede programarlas para conocer datos personales o sensibles del usuario, como lista de contactos, número telefónico, mensajes SMS, ubicación (gps), entre otros datos relevantes.
México tiene diversas leyes y regulaciones en torno a la privacidad del individuo y la protección de información confidencial. Dos de ellas que sin duda son aplicables al tema que tratamos en este artículo, son la Ley Federal de Protección al Consumidor y la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares. Si no tienes cuidado en cumplir con lo que disponen las leyes aplicables, podrías estar sujeto a sanciones que pueden ser superiores a los $40 millones de pesos.
5) DISEÑA TUS PROPIOS TÉRMINOS Y CONDICIONES, ASÍ COMO TU AVISO DE PRIVACIDAD.
Esta recomendación está directamente relacionada con lo que acabamos de discutir en el punto anterior. Es importante que todo sitio web y toda aplicación tenga al menos dos “documentos legales”: los términos y condiciones de uso o de servicio (documento a veces mal llamado “aviso legal”) y el aviso de privacidad.
El primero es el contrato que tú celebrarás con cada usuario que descargue e instale tu aplicación. Ahí incluirás datos, entre otros, como los siguientes: para qué sirve la aplicación, detalles de la transacción (si es posible comprar algo en la app), usos aceptables y no aceptables, deslindes de responsabilidad, propiedad intelectual y datos de contacto para atender reclamaciones.
El aviso de privacidad es un documento físico, electrónico o en cualquier otro formato (por ejemplo sonoro), a través del cual el responsable informa al titular sobre la existencia y características principales del tratamiento al que serán sometidos sus datos personales. A través del aviso de privacidad se cumple el principio de información que establece la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares y su Reglamento.
Una vez que tengas diseñados ambos documentos lo más importante es determinar cómo los vas a poner a disposición y/o aceptación de los usuarios de tu app. Aunque es una tendencia de derecho anglosajón (usada por abogados americanos), deberás decidir si adoptas el mecanismo “browse wrap” o “click wrap” para demostrar el consentimiento de los usuarios. El primero se da cuando el consumidor acepta tus términos y condiciones de uso solo por navegar en él (de ahí el término “browse wrap”). El segundo opera cuando el consumidor tiene que aceptar dichos términos y condiciones de uso haciendo clic en algún botón que diga “Acepto”, “De Acuerdo” o frases similares (“click wrap”). En mi opinión, el mecanismo “browse wrap” es apto para sitios web que no celebran transacciones electrónicas ni recopilan datos personales. El mecanismo “click wrap” es idóneo para sitios que realizan transacciones electrónicas y/o tratan datos personales.
Espero que estos consejos te hayan sido útiles mi querido lector. Y recuerda, siempre será recomendable que cuentes con asesoría legal especializada para cualquier emprendimiento digital. En internet se mezclan muchas materias legales, por lo que si no las dominas puedes poner en riesgo todo tu proyecto.