Recurrir a la tecnología no solo ha llevado a que las marcas se acerquen a desarrollos digitales, por el contrario, les ha permitido apostar por productos que hagan vivir experiencias a partir de la innovación que representan.
La robótica es asociada la mayor parte del tiempo con temas industriales, tecnológicos o de salud y en esta medida es que sorprende su uso dentro de actividades que llevan a cabo las marcas.
Un claro contexto de la relevancia que tienen estos desarrollos es el valor del mercado que representan. Tractica estima que durante 2018 alcanzarán como mercado a nivel mundial, un valor de 59 mil 140 millones de dólares.
Estos son al menos cinco ejemplos de estrategias donde el uso de robots implica a marcas.
1. Amazon.
La plataforma de retail digital implementó el uso de robots para hacer más eficiente la operación logística al interior de sus centros de distribución. La idea ha complementado la fuerza laboral de los empleados con que cuenta la marca y se ha convertido en un interesante desarrollo sobre cómo apuesta la plataforma por el uso de tecnologías que dinamizan su trabajo.
2. Walmart.
Para ayudar con las operaciones en puntos de venta, Walmart comenzó con la operación de robots que ayudan con el inventario de productos en estantes, logrando con ello fortalecer la apuesta con que el retail ha venido operando sus estrategias comerciales.
3. Chanel.
Como una simple estrategia creativa, así lució la aparición de supuestos robots en uno de los desfiles de Chanel, despertando el debate sobre el uso de estos aparatos en la maquila de ropa, como la nueva apuesta por la experiencia, que marcas como Levi’s han logrado con el desarrollo y puesta en venta de telas con la capacidad de manipular dispositivos wearables.
4. Ikea.
Armar un mueble Ikea se ha convertido en redes sociales como YouTube, un pretexto para generar contenido y la última ocurrencia llevó a un par de robots a tratar de armar una silla de la marca de muebles.
5. Royal Caribbean.
Abordar un crucero solo para que un robot te sirva una bebida es uno de los nuevos pretextos que el mercado turístico ha implementado para poder atraer viajeros, que encuentran en ello una experiencia que ha llegado incluso a los fogones, luego de que hemos visto diversos experimentos de brazos robóticos que preparan platillos con base en recetas programadas en su sistema.
