¿Cuántas veces no has pasado horas trabajando en algún diseño, un producto, una idea para la empresa en la que trabajas, una solución a una problemática y de pronto en cuestión de segundos esa idea es destrozada en la sala de reunión donde la presentas?
Es muy común que esto suceda cuando no sabemos vender nuestras ideas. Sin lugar a duda nuestras ideas tienen un valor, que conlleva las horas (tiempo) que hemos dedicado, los recursos que hemos utilizado y el esfuerzo que hemos invertido. Las ideas cuestan y si no sabemos venderlas muy probablemente nadie las valore.
Quizá hayas sido partícipe de sesiones en donde el que presenta su idea tiende a 1) empecinarse y no escuchar a los demás mostrando una actitud arrogante y soberbia ó 2) se muestra inseguro e intimidado por lo que debilita su postura mostrando desconfianza y falta de entusiasmo.
Ninguna de las posturas anteriores son convenientes ya que no lograrán cautivar a nuestro cliente y mucho menos convencerlo de que está tomando la decisión correcta.
A continuación algunas recomendaciones para vender tus ideas:
1. Tienes que creer en tu idea: Si no demuestras confianza y seguridad en lo que estás presentando muy factiblemente generes un efecto o impacto contrario al esperado. Debes exponer tu idea de forma convincente. No cometas el error de presentar y hacer preguntas como ¿No les gusta? ¿No era lo que esperaban verdad? ¿No los noto muy convencidos? Aunque veas que las personas aparentan no mostrar interés o sus rostros no demuestran señales de aceptación, tú continúa confiando e inyecta en tus palabras y gestos emoción, entusiasmo y pasión por el proyecto, diseño o idea. Mantente firme y confiado, no titubees ni un segundo. El entusiasmo se contagia.
2. La preparación es fundamental: Dedica tiempo a informarte sobre las necesidades o problemáticas y centra tus argumentos en darle solución a esto. Ponte en los zapatos del cliente y sé empático con sus necesidades. Si tu cliente quiere una cosa y tu propuesta es radicalmente distinta a lo que se está buscando deberás encontrar ese punto medio donde ambos estén satisfechos. O en su defecto, puedes buscar argumentos sólidos que sustenten tu propuesta y la hagan convincente. Mostrar conocimiento y dominio sobre el “¿Porqué?” estás proponiendo algo genera confianza y seguridad en tu interlocutor. Procura dejar siempre muy claro cuáles son los beneficios de tu idea y menciona qué podría pasar si no la implementan.
3. No destroces a los demás: Sobre todo procura ser muy cauteloso con los comentarios que haces de tu competencia, de las ideas de otras personas o de las sugerencias que te hagan. Una postura flexible y abierta habla de tu madurez y profesionalismo. Si buscas el respeto de los otros éste no se ganará a través de destrozar a aquéllos con los que compites. Será mejor que te fortalezcas por tus propios méritos, a que te debilites exponiendo a los demás.
4. No regales tus ideas: Tristemente vemos como hay empresas poco éticas que se roban las ideas de los demás. Te piden que hagas una presentación a detalle o muy enfocada a sus necesidades para posteriormente utilizarla o copiarla tal cual la presentaste. Si es posible no plantees toda la información de la idea, dales a conocer puntos generales mas no particulares. No proporciones más información de la necesaria ni “te juegues todas tus cartas”. Tampoco te lamentes si esto sucede, es parte del día a día en las empresas, sin embargo si eres un ser creativo, ten por seguro que podrás generar nuevas y constantes ideas. Recuerda que una gran ventaja competitiva que te puede diferenciar de los demás, es tu capacidad de reinventarte y de proponer sin necesidad de imitar ni copiar.
5. La primera impresión no se olvida: Procura presentar siempre tus ideas de forma clara, ordenada e impecable. Si pretendes que los demás entiendan lo que quieres decir presentando borradores en servilleta, hojas ralladas, o utilizando palabras que nadie comprende, las posibilidades de éxito se reducen. Cuida también tu aspecto personal, sé congruente con lo que vendes y demuéstralo con tu imagen, con tu presencia, con tu trato, con tu amabilidad, con tu sonrisa.
Hay una frase que dice “Una buena idea no vale ni un centavo a menos que se la puedas vender a otra persona” yo digo que todos somos capaces de sembrar grandes ideas, por pequeñas que en un inicio parezcan, ya que en algún lugar del mundo siempre hay alguien que está buscando cosechar esas ideas, que solamente en tu mente crecen y florecen.
Besos azules.
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