Son infinitos los campos de trabajo para los que el Coaching parece ser una herramienta poderosa.
También son infinidad las especialidades que se han logrado posicionar en el mercado en torno a esta disciplina.
Al coaching deportivo le siguieron el coaching personal y el coaching ejecutivo. Detrás de estos llegaron otros; coaching de relaciones, coaching de equipos, coaching para adelgazar, coaching para homosexuales, y así infinitos campos de actuación en los que el coaching parece haberse convertido en una herramienta muy útil que ayuda a las personas a lograr sus objetivos en determinadas áreas de nuestra vida.
Mi carrera como profesional de la comunicación unido a mi amor por la filosofía me hicieron darme cuenta de que el coaching no venía a ser más que una palabra nueva que servía para dar nombre a algo que se venía haciendo desde tiempos remotos.
Igual que Aristóteles hiciera con la retórica al reconocer que además de una práctica, ésta requería de una técnica., hemos tenido que esperar 2400 años para que lo que ya inventó Sócrates; ayudar a los hombres a buscar su propia verdad a través de preguntas, se convierta en una técnica denominada Coaching.
El coaching es , ante todo, una herramienta de trabajo que requiere de una técnica determinada y que cuando se aplica a cualquier ámbito de la vida tiene como finalidad el logro de unos objetivos en función de a dónde queremos llegar y de quiénes queremos llegar a ser.
Desde esta perspectiva, el coaching, se convierte en una herramienta perfecta para las personas que se dedican a las ventas.
Los departamentos de ventas de las empresas disponen ya de sus propios objetivos. En ventas todo se mide por los objetivos marcados y logrados. Digamos que en este aspecto el coaching es perfecto, puesto que la determinación del objetivo es inherente a la naturaleza del acto de vender.
Pero la verdadera labor y la gran aportación que el coaching puede hacer a la hora de trabajar con personas que se dedican a las ventas está en lograr que sus objetivos se cumplan y consigan aumentar sus ventas Aquí es donde debe intervenir todo el potencial del que dispone el coaching.
Existen 4 razones básicas por las que el coaching nos puede ayudar a vender más:
1.- El coaching puede ayudar a los comerciales a superar cientos de creencias e ideas que les esté impidiendo cerrar sus ventas.
2.-Así mismo, también a través del coaching, el personal de ventas puede detectar dónde están las dificultades con las que se encuentra a la hora de lidiar con diferentes tipo de clientes; es lo que el Coaching llama “vencer los obstáculos que el logro de cualquier objetivo nos puede presentar”.
3.- El coaching aplicado a las ventas es perfecto también porque nos facilita ese trabajo de introspección que todos necesitamos para conocer con exactitud cuáles son nuestras debilidades y cómo podemos trabajar en ellas para terminar convirtiéndolas en fortalezas. Todo comercial debería de realizar este trabajo para evitar encontrarnos con personas que repiten una y otra vez sus mismos errores sin ser capaces si quiera de detectarlos para poder trabajar sobre ellos.
4.- Por último me gustaría destacar las posibilidades que el coaching pone a disposición del personal de ventas desde el momento en que esta herramienta nos permite trabajar aplicando la fórmula del Win – Win (Todos ganan) . No nos olvidemos de que el cliente ha dejado de ser “tonto” hace mucho tiempo y que sólo confiará su compra en nosotros si logramos transmitirle que no sólo nos interesa lograr nuestro objetivo de venderle, sino que, fundamentalmente , lo que nos interesa es venderle sólo aquello que realmente necesita y que realmente colme sus expectativas.
El coaching es, en definitiva, una herramienta realmente poderosa para el mundo de las ventas. Como siempre, eso sí, todo depende del grado de apertura de mente de cada vendedor y de la capacidad mayor o menor que tengamos de desaprender.
En esto último, el coaching personal también nos podrá ayudar. No nos olvidemos que el desarrollo personal debe estar siempre por encima del desarrollo profesional. Sin crecimiento personal no habrá nunca crecimiento profesional.