Se suele pensar que existen personas creativas y una gran mayoría que no lo es, pero de lo que no se suele ver es que todos somos creativos, aun cuando no nos percatemos de ello, como asegura el profesor de psicología de Baruch College, Orin C. Davis, con estas 5 razones que así lo evidencian.

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No pocos desearían ser más creativos (especialmente en áreas como el marketing y la publicidad) sin embargo, como resalta Davis, puede que el enfoque que se tenga sobre lo que es creatividad, sea erróneo y se limite a asociarlo procesos y áreas profesionales específicas, cuando de hecho, se puede estar siendo creativo todos los días sin percatarse de ello.

Para explicarse mejor, Davis menciona 5 razones para entender porque somos más creativos de lo que pensamos:

1) No hace falta ser un Einstein para ser creativo

La mayoría suele asociar la creatividad con grandes exponentes/logros de diversas áreas científicas y artísticas. Esto se debe a que se piensa que estas tareas creativas son, lo que se cataloga como eminencias creativas o Creatividad con C mayúscula, porque se trata de hitos que han sido significativos en el desarrollo de áreas especificas (como la teoría de la relatividad de Einstein o la 9na. Sinfonía de Beethoven).

Pero la creatividad no requiere hacer algo que cambie el mundo, o ser un genio. Cada uno de nosotros se vincula a procesos creativos a diario, que los especialistas llaman creatividad mini-c. Esos momentos en los que te has dado cuenta de cómo funcionan determinadas relaciones, o‘las cosas en el mundo’o cuando logras resolver alguna situación en casa, para que un electrodoméstico te funciones como lo necesitas, son ejemplo que no están relacionados con un exceso de experticia, esfuerzo o genialidad y pueden afectar para bien la vida de las personas que te rodean.

Después de todo, la creatividad, como la define la investigadora Teresa Amabile, es un acto que permite generar algo nuevo y útil.

2) Tampoco se requiere ser van Gogh

Se suele asociar a la gente creativa con el arte, pero la creatividad existe en cualquier persona y profesión, no es inherente a un área específica. Sin importar el trabajo que se desempeñe, cualquier tarea es susceptible de integrar nuevas formas de hacer las cosas o nuevas ideas y propuestas. Y esto puede asociarse a su vez con que…

3) Las personas no suelen reconocer la creatividad cuando la ven

Se puede pensar que en ciertas carreras no hay espacio para ponerse creativo, pero si se hace un seguimiento de las actividades diarias en trabajo, se observarán numerosas oportunidades existen para ello. Especialmente cuando ya se ha vuelto rutinaria la actividad que se desempeña.

Como ejemplo, Davis menciona como en el momento que los hijos comienzan a estar aburridos en un viaje, los padres suelen ingeniárselas para buscar como entretenerlos o como los asistentes administrativos saben arreglarlo todo… y es que cuando existe la presión o te ponen a prueba, suele aflorar la creatividad que se lleva dentro. Parecen situaciones poco complicadas, pero se requiere de ingenio y creatividad para resolverlas, y esto es algo que pocos aprecian o logran reconocer.

Nadie aprecia las habilidades de un maestro como otro maestro. Por esa misma razón, nadie entiende la creatividad en su vida sin ser un experto en ella.

4) La creatividad no tiene horario (o tal vez si)

Puede que muchos aleguen no tener tiempo para ser creativos. Pero la verdad es que cada vez que se hace uso de la creatividad mini-c, se está siendo creativo. Sin embargo, la mayoría piensa que hacer algo más que eso, requiere de mucho tiempo, pero eventos puntuales, de los cuales como ejemplo Davis menciona los hackatons (reuniones de 24 horas a una semana de programadores y expertos en informática para crear un proyecto) o el National Novel Writing Month, como formas de demostrar que no se requiere toda una vida dedicada a algo, para contribuir con una nueva aportación a un proyecto personal o profesional.

5) No se necesita “Think Outside the Box”

Pensar de forma tan creativa, inusual e innovadora como para salirse del conjunto, no es una necesidad para considerar que se es creativo. La creatividad es tan simple como dejar de lado el pensamiento paradigmático del “así se debe hacer esto”, por algo tan simple, como ‘voy a probar a hacerlo de esta forma’, cuando hay un atasco y se toma una ruta alterna, cuando se dobla de otra forma la servilleta, cuando se reorganiza una gaveta para ser más prácticos o s busca la forma de mantener abierta una puerta cuando el viento insiste en cerrarla.

Es estar abiertos a experimentar sin atarse a preceptos o expectativas y preparándose para lo ‘inesperado’. Al hacerlo, como señala Davis, se deja fluir los « jugos creativos » para lograr componer con nuestras ideas, nuevas y útiles opciones de nuestra realidad diaria.