La realidad aumentada, de la mano de la realidad virtual, es una tecnología con grandes aplicaciones dentro de la industria del marketing, no obstante, podría no ser una tecnología que funcione para todos los anunciantes por más que esté de moda.
1.- Porque en realidad no sabes cómo aplicarlo
Contrario a lo que escuchamos la mayor parte del tiempo, no es necesario subirse a todas las tendencias tecnológicas. Es verdad que la realidad aumentada ha estado creciendo de la mano de la publicidad y el marketing, no obstante, no ha logrado generar un impacto masivo debido a que la mayoría de sus aplicaciones no logran dar un paso más allá de ese primer encuentro sorpresivo entre esta tecnología y el usuario y su primera vez con ella.
2.- Es solo una capa innecesaria
Puede ser una tecnología muy llamativa, y aplicada de forma creativa puede generar experiencias de usuario inigualables. No obstante, cuando se utiliza únicamente como un interprete para ver videos o imágenes, tal vez sería mejor no obligar a las personas a tener que sostener un dispositivo móvil para ver los contenidos.
3.- No vas a invertir lo suficiente
Para desarrollar contenidos de calidad, así como aplicaciones que puedan generar valor para los usuarios, es necesario invertir lo suficiente para conseguir resultados verdaderamente profesionales. Entrar a la realidad aumentada sin la intención de invertir lo justo puede ser más allá de una pérdida de tiempo, una pérdida de dinero.
4.- A tu target no le interesa
Antes de decidirse por invertir en realidad aumentada, es necesario plantear un objetivo claro y tangible sobre lo que se quiere lograr, y sobre si puede generar valor para nuestros consumidores. Está claro que la realidad aumentada no es algo que le interese a todo el mundo, y tal vez después de dos minutos muchas personas ni siquiera sean capaces de sorprenderse ya ante nuestros contenidos.
5.- No es el momento adecuado
A pesar de que se considera que 2016 será el año en el que explote la realidad aumentada y la realidad virtual, para muchas marcas podría no ser el momento adecuado para adentrarse en esta herramienta del marketing. Ya en el pasado hemos visto a estas tecnologías fracasar, y sólo el tiempo dirá si el usuario da un verdadero valor a los contenidos generados bajo esta premisa.