La Universidad de Harvard y la de Yale revelaron recientemente que el 95 por ciento de las decisiones del cliente no son racionales, lo que hace efectiva la implementación del neuromarketing.
Pero detrás de este existe una ciencia interdisciplinaria relacionada estrechamente con otras disciplinas, como las matemáticas, la lingüística, la ingeniería, la informática, la química, la filosofía, la psicología o la medicina, llamada neurociencia.
Esta, hace más fácil la comprensión del neuromarketing por medio de diversas ramas que atañen especialmente a esta estrategia. Aunque existen muchas más ramas, las siguientes cinco están directamente relacionadas con el neuromarketing por ende, son fundamentales para el estratega.
Para entender cómo intervienen los mecanismos del cerebro humano en la relación entre cliente y producto, hay que conocer sobre:
Neurolingüística
Estudia los mecanismos neuronales del cerebro que controlan la adquisición, la comprensión y el enunciado del lenguaje.
Neurociencia cultural
Se trata de la rama que analiza las creencias, las prácticas y los valores culturales que configuran y moldean el cerebro, las mentes y los genes en distintos lapsos.
Neurociencia computacional
Se usan ordenadores para simular y modelar funciones cerebrales, y aplicar técnicas de matemáticas, física y otros campos similares para estudiar la función cerebral. La Neurociencia Computacional es una disciplina consolidada, con más de 20 años de desarrollo, y que emplea técnicas muy diversas para entender diferentes computaciones cerebrales.
Neurociencia afectiva
Analiza el comportamiento de las neuronas en relación con las emociones. Esto atañe directamente a estrategias de emotional marketing o mercadotecnia de nostalgia.
Del comportamiento
Esta rama se concentra en el estudio de las bases biológicas del comportamiento, que también son trascendentales para descubrir a detalle el comportamiento del consumidor. El comportamiento es la manera en que un individuo actúa ante la sociedad, las acciones pueden definir su comportamiento como bueno o malo.