La reputación de una marca puede verse afectada en segundos en una sociedad con consumidores cada vez más empoderados, donde las redes sociales y los dispositivos móviles se han convertido en aliados para exhibir situaciones que pueden poner en entredicho el papel de una empresa respecto a los clientes y a la sociedad en general.
Durante los últimos meses hemos sido testigos de numerosas crisis de marcas, y en muchos de los casos, los empleados fungieron un papel protagónico en las polémicas donde se vio afectada la imagen corporativa.
1.- Empleado prepotente (caso Taco Bell)
2.- Empleado que roba (caso StarBucks)
3.- Prácticas antihigiénicas (caso Waffle House)
4.- Directivos con comportamientos poco éticos o ilegales (caso Toshiba)
El ex CEO de Toshiba Hisao Tanaka fue retirado de su cargo después de que se descubriera un fraude financiero, en el que falseó datos sobre los ingresos de la compañía durante siete años. Este escándalo afectó a la marca en muchos sentidos, pero sobre todo en la confianza de los inversionistas.
5.- Comportamiento políticamente incorrecto (caso Sam’s Club)
Cuando se tratan de forma pública temas de género u origen étnico, se puede meter fácilmente la pata, y esto lo comprobó de primera mano Rosalind Brewer, actual CEO de Sam’s Club, quien intentando demostrar su interés por la equidad de género, terminó siendo interpretada como una racista, ya que de acuerdo con sus declaraciones, se negó a dirigir la palabra a un grupo de hombres caucásicos “por no haber otras mujeres en la mesa”.