5. No seas tecnodependiente
Unos de los problemas más graves al que me enfrento día a día es la mala costumbre de estar contestando emails, chats y tweets en medio de una junta o conversación. Lo más valioso que tenemos al tener una charla es nuestra mirada. Mi mamá siempre me decía “no confíes en alguien que no te puede ver a los ojos”. Precisamente eso hacemos al interrumpir un contacto visual para revisar nuestro teléfono. Es importante decir, en marketing comenzamos por ser únicos, no podemos caer en las malas prácticas generalizadas. Nuestra educación, modales, ortografía y redacción deben ser impecables.
Por lo pronto los veo la próxima semana y espero que me dejen sus comentarios en este espacio. Me encantaría escuchar su opinión sobre lo que ayudaría a su situación laboral.