Las oportunidades para fundar una PyMe son mayores que en años anteriores porque existen nuevas circunstancias en el campo laboral así como vías más sustentadas, como las plataformas de redes sociales, Google Adwords o Google my Business.
Uno de los objetivos principales para una PyME es hacer que el negocio adquiera visibilidad y comience a mostrar sus productos y/o servicios. El reto, para llegar a esto, es buscar los canales adecuados, fomentando una comunicación sólida de acuerdo con el segmento meta y que el soporte que brinda la experiencia al cliente sea el adecuado.
Generar el fermento para que un negocio germine no es fácil. El camino para lograrlo representa tiempo, el cual se traduce en inversión económica, conocimiento, capacidad de respuesta ante eventualidades y resolución de problemáticas.
En este sentido, un emprendedor debe saber que si ha de realizar su sueño de tener y hacer prosperar su PyMe, le llevará muchos sacrificios; no obstante, los resultados a mediano y largo plazo mostrarán qué tan capaz es una PyMe para sobrevivir en el contexto donde se encuentra.
Más allá de cuál sea el giro de negocio en que se ancla y proyecta un emprendedor, hay un motivo fundamental por el cual seguir: la concreción de una idea. Cuando un emprendimiento adquiere forma, hay que pensar en el fondo y el contenido de lo que se trabaja.
Es decir, si a un negocio lo vistes muy bien de fuera, tiene un anuncio luminoso y llamativo, pero en el servicio carece de sustancia, está destinado a perecer. Por lo tanto, poner en su justa balanza lo interior como lo exterior ayudará a un emprendedor a obtener resultados positivos.
Es importante sentar las bases de un negocio a través de un plan estratégico, el cual va desde la parte financiera, la comercial y, posteriormente, en la proyección de marketing. En el paso final se encuentra el aparato publicitario, en el cual el esfuerzo creativo se verá reflejado en el impacto que pueda causar en los posibles consumidores. Todo lo anterior va junto con pegado, como dicen.
No hay pero que valga y un emprendedor debe implantárselo en su chip de proactividad. Cuando alguien cierra la puerta, hay que encontrar una llave adecuada para la siguiente, y así sucesivamente. Por lo tanto, pensar en el cómo hacer más que en el qué hacer resulta necesario. En este punto, me refiero a la estrategia de marketing.
Cada negocio debe engendrarse una, tanto en fondo como en forma, porque al hacerla sentará las bases para los objetivos comerciales y financieros, generando un plan estratégico en donde se tracen las actividades siguientes: generación de un sitio web, redes sociales, inversión en pauta publicitaria tanto en material impreso como en digital, socios comerciales (en caso de tener) y búsqueda de inversionistas.
Lo anterior siempre conlleva el factor tiempo, por lo que es indispensable poner fechas de entrega usando un mapa de Gantt. Recordemos que establecer objetivos requiere compromiso, tanto de los fundadores de un negocio y de los colaboradores. De esta manera, se genera un estilo de trabajo que permeará en etapas posteriores.
5 pasos efectivos para hacer una campaña de marketing digital
- Priorizar el presupuesto. Dicen que la creatividad bien sustentada ahorra, pero también no se debe pensar en que suceden milagros siempre. Es fundamental destinar una parte del presupuesto general a la parte publicitaria, todo esto para el comienzo de las actividades de difusión.
- Tener un concepto de marca y una identidad (recomiendo hacerla). Pensar en el logo correcto, los colores adecuados, el tipo de comunicación (tono, lenguaje, jerga) es partir desde el deber ser. Se pudiera iniciar un negocio sin identidad, pero se corre el gran riesgo que crezca como una hidra y la publicidad deberá hacerse de acuerdo a ese concepto, con rectificaciones ideales, desde luego.
- Establecer los canales de comunicación. Importa en demasía el medio en que te muevas y en la publicidad este aspecto adquiere un matiz indispensable. Tanto las plataformas digitales como los medios impresos tradicionales sirven para promover productos y servicios; no obstante, hay que analizar desde el plan estratégico dónde y cuándo conviene invertir.
- Definir el segmento meta. Una parte que no debe dejarse pasar es la identificación de los consumidores potenciales. Recordemos que las personas somos entes pensantes, pero también emocionales, nos guiamos por preferencias, momentos y suatuaciones. Si el mercadólogo (o el emprendedor) ya lo tiene en la mirilla, ¡qué mejor! De lo contrario, hay que hacer el journey map y buyers personas, los cuales abrirán el campo de posibilidades a la hora de destinar la publicidad.
- Generar una campaña publicitaria. Hacerla lleva tiempo y creatividad, pero es mucho mejor desarrollar una idea para llegar a ese público que necesita tu pyme. En el modelo de la campaña se incluirá la creatividad (máster graphic y aterrizaje en los demás materiales) y la inversión en medios, el tiempo en que estarán en los espacios tanto virtuales como físicos, así como las métricas de evaluación. Esto último es fundametal para medir el retorno de inversión.
Mi mejor consejo es que al generar todo lo anterior descrito, lo establezcas a mediano y largo plazo, y tener paciencia para que rinda resultados un negocio es algo que todo emprendedor debe saber.