Internacional. En la mercadotecnia todo se trata del mensaje. La importancia del uso correcto del lenguaje, es el primer paso hacia el éxito en el mercado. Pero, ¿qué ocurre cuando se subestima el poder de las palabras en una campaña? De entrada se puede caer en redundancias, clichés o errores en la interpretación del consumidor.
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En ese sentido, la siguiente lista presenta algunas de las palabras que, ante los ojos de los investigadores de mercado, nunca han producido el interés necesario en los espectadores, volviéndolas tan evitables que han llegado al punto de ser casi ‘prohibidas’ por los especialistas a nivel internacional:
1.- Compra
Describir exactamente lo que quieres provocar en el consumidor es un camino seguro hacia el error. Los expertos afirman que, aunque su significado es el propósito de cualquier estrategia de mercado, aplicar la palabra directamente en un anuncio envía un mensaje equivocado al consumidor -ya que se relaciona inmediatamente con la acción de sacar la billetera y gastar dinero en un producto-. Además, el reto que presentan las buenas estrategias de marketing está en producir el interés necesario en el público para que, de forma voluntaria, decidan invertir en las mercancías presentadas.
Excepciones: Tiendas electrónicas en donde existen botones de “comprar”.
2.- Aprende
A la mayoría de las personas no les gusta que los anuncios les digan qué hacer; ese fenómeno se ve reflejado en el verbo ‘aprender’. Para muestra del poder de esta palabra en la publicidad, un ejemplo rápido se aprecia en la frase “aprende a ahorrar más dinero”. Claramente el tono imperativo no ayuda a enviar un buen mensaje. Sin embargo, cuando se compara con la frase “descubre cómo ahorrar más dinero”, es evidente que cambia el significado. El mensaje se vuelve más atractivo y genera la curiosidad del espectador.
Excepciones: Campañas de educación o temas enfocados al aprendizaje de forma directa.
3.- Calidad
En términos generales, cualquier clase de adjetivo superlativo que exagere o lleve al grado máximo las cualidades de un producto, se considera como un error en la estrategia de comunicación. Frases como “el más barato”, “el mejor del mercado”, “el único en su tipo” o “la mejor calidad” son clichés vacíos que no producen el impacto necesarios para hacer sobresaliente a un producto.
4.- Gratis
La filosofía tradicional dice que “nada en la vida es gratis”. Y aunque ésta puede ser una afirmación rebatible, en el mundo de la mercadotecnia la palabra es mala como estrategia, ya que potencialmente representa un engaño para el consumidor. Por si fuera poco, “gratis” es una de las múltiples palabras que detonan los filtros anti-spam de internet (otras palabras que activan el programa de rastreo ISP Spam son Sexo, Drogas, Viagra y Sin Costo, entre otras).
5.- Marketing
Puede ser la palabra más nociva y evidente de esta lista, ya que las empresas nunca le querrán decir al consumidor que está aplicando una serie de estrategias de mercadotecnia para ganarse su dinero, su confianza e interés. Ante los ojos de un espectador, encontrar la palabra “marketing” en un anuncio es como si un mago revelara al público su ilusión antes de ejecutarla, en una especie de redundancia en el mensaje. Por si fuera poco -y al igual que la palabra “gratis”- detona una serie de filtros electrónicos anti-spam, y por tratarse de un anglicismo su significado se reduce volviéndola inservible.
Vale la pena aclarar que, aunque está comprobado que el uso de estas palabras no genera el impacto necesario en los consumidores, existen múltiples excepciones, que dependen en gran medida del ingenio y la creatividad de sus desarrolladores.
A continuación, un video que aborda más a fondo la temática de las frases prohibidas en la publicidad: