México.- En 1979 la compañía discográfica Discos Belter inició el proceso de reclutamiento de la Banda Parchís, esta agrupación tenía el propósito de abrir paso en el mercado de música infantil en España. El primer paso se dio con la convocatoria abierta en diarios de Barcelona que leía “Discos Belter da la oportunidad a niños de 8 a 12 años que canten bien y tengan buen sentido del ritmo, para la formación de un conjunto infantil y grabar discos”  Este pequeño anuncio detonó un fenómeno musical en España e hispanoamérica.

La banda es un ejemplo de marketing en los años Ochenta, la marca trascendió países, edades e inclusive idiomas. Entre las lecciones más notables se encuentran 5.

1. Crowdsourcing: fuente de talento

Los inicios del grupo están basados en una convocatoria pública en un medio masivo, el objetivo de buscar talento comienza en las bases de los consumidores potenciales. Antes de del primer disco la banda ya había logrado promover su mensaje de manera incipiente entre los habitantes de Barcelona

2. La marca es producto de la diversidad

David Muñoz Forcada, quinto integrante de la banda fue seleccionado por sus habilidades de bailarín, no por su canto. El rol del “dado” por el color blanco era compatible con la marca y el concepto de juego. Los mensajes de branding se construyen por la suma de elementos que sean compatibles con el objetivo de comunicación.

3. Atiende a los mercados internacionales

La marca Parchís cuenta con un gran reconocimiento internacional, nunca olvidó que era necesario atender el mercado extranjero. Un ejemplo son los largometrajes grabados en la Argentina, “La Magia de los Parchís” y “Las Aventuras de los Parchís” El éxito del grupo se basaba en gran medida en la expansión mundial, no sólo en los países de habla hispana pero también en Italia. Una marca exitosa muchas veces es sólida en el mercado local y crece en el internacional.

4. Las marcas existen en más de un formato

Con más de 4 millones de Euros de recaudación en filmografía de 1980 a 1983 según la Base de Datos de películas calificadas del Ministerio de Cultura del Gobierno de España se hace evidente que Parchís era mucho más que música. Lo mismo sucedió en impresos en 1981 Parchís era parte de un proyecto multimedia de la editorial Bruguera con la edición de cómics semanales. El secreto fue entregar el producto Parchís en más de un punto de consumo, medios y formatos.

5. Una marca exitosa exige una empresa sólida

El éxito de Parchís no pudo detener la caída de la firma discográfica Belter, la crisis económica Española y cambio estructural en la industria de la música afectaron a tal grado la empresa que terminó por declararse en suspensión de pagos. La compañía dueña de una marca debe anticiparse a cambios en el mercado para – en la medida de lo posible – evitar un escenario en el que la marca desaparezca.