Si bien las empresas suelen contratar a los perfiles laborales más destacados, preparados y con experiencia, las áreas de recursos humanos suelen monitorear el desempeño de sus trabajadores cada cierto tiempo, por lo que un trabajador siempre debe mostrar disposición, buen desempeño, responsabilidad y compromiso.
De acuerdo con Inc, las personas pueden entrenar sus cerebros practicando nuevos hábitos de forma natural y consistente, acciones que se sumen a una rutina diaria y no en un tema “que solo se piense recurrentemente”, aunque requerirá tiempo y esfuerzo, ya que será vital priorizar iniciativas, Entre los hacks, destacan:
Uno. Recuérdate a ti mismo que debes agradecer de varias formas a las personas que te son útiles, es decir, cuando alguien ayuda es vital agradecer y compartirlo, desde una nota rápida hasta un mensaje que haga referencia. Dicho aspecto será útil para crear lazos con compañeros, que pedirán o solicitarán atención más adelante.
Dos. Al parecer, la gratitud intencional funciona para reflexionar y repensar, aspectos vitales para acuñar nuevas ideas. Lo ideal es evitar las rutinas diarias, y escribir es una actividad básica que refresca los pensamientos y ayuda a una mejor creación de rutinas diarias.
Tres. Experimentar distintas culturas funciona como experiencias de aprendizaje, desde sitios nuevos hasta personas o aspectos profesionales, no solo conecta más con las personas que tienes por compañeros laborales, ya que “abre la mente” según especialistas y crea perspectivas distintas.
Cuatro. Rodearse de personas positivas también ayudan a crear ambientes laborales saludables, donde se permite tomar decisiones más conscientes sobre proyectos que requieran tiempo y que bajo otras circunstancias generarían estrés.
Cinco. La famosa frase de “ponerse en los zapatos de los demás” tiene sentido porque es el único modo de sobrellevar jornadas laborales estresantes y no reaccionar con impulsos. Si bien un hábito no se forma en cuestión de horas, lo interesante es que el cerebro los absorbe como actividades cotidianas, que no se adopten como medida obligatoria o extra.