A pesar de la nueva normalidad y la acelerada transformación digital provocada por el bizarro 2020, aun se perciben oportunidades dentro de nuestro oficio o profesión, para sacar el máximo provecho de las oportunidades que se presentan en el mercado, tanto para tomar participación de mercado, como también para aprovechar la tecnología a nuestro servicio.
Habilidad para analizar los datos y tomar decisiones en consecuencia
Los mercadólogos más científicos, han confiado sus decisiones desde hace años en la investigación de mercados, tanto cualitativa como cuantitativa. Soy creyente del marketing científico y creo que en varias ocasiones nuestras decisiones deben respaldarse con datos. La transformación digital nos da acceso a los datos, en diversas formas dimensiones, pero que finalmente nos ayudan a reducir el margen de error.
Es importante en esta nueva realidad que nos habituemos a tomar decisiones con algún respaldo en los datos, que pueden ser estructurados o estadísticos o incluso no estructurados o especulativos o cualitativos.
Es importante que el marketero de hoy en adelante tenga la habilidad de encontrar las fuentes de datos, confiables y rentables para encaminar sus decisiones estratégicas y tácticas. Ya no podemos dejar margen a la especulación o al “feeling”.
Capacidad de organización y manejo de proyectos
Nuestra profesión enfrenta desde hace años el requerimiento constante de “hacer más con menos”. En mi experiencia los presupuestos no suben, sino todo lo contrario. Esto implica que las empresas buscan mayor rendimiento o rentabilidad por persona, y esto nos obliga a crecer nuestra capacidad de ejecución.
De aquí la importancia de desarrollar nuestra capacidad de administrar varios proyectos o campañas al mismo tiempo. Esto implica mucho orden, pero a la vez el uso de herramientas para la organización de proyectos. Estas habilidades implican el uso adecuado de indispensables plataformas para proyectos, como Slack, Monday, Favro, Basecamp, Airtable u otras.
También la gestión acelerada de proyectos implica el aprovechamiento de las redes sociales o canales de mensajería instantánea, para agilizar la comunicación como parte de estas nuevas habilidades requeridas.
Aprovechar la automatización
Siempre digo que la tecnología debe trabajar al servicio de la estrategia, y no viceversa. La automatización de procesos, la inteligencia artificial y el cómputo cognitivo (machine learning) son nuevos activos que podemos aprovechar para hacer más con menos, sin perder la humanidad de nuestra conexión con los clientes.
Una habilidad del mercadólogo actual consiste en identificar la óptima forma de automatizar sus procesos y acciones, de cara a las existencias actuales y futuras.
Experiencia del Usuario, presencial y en línea (Ux)
Este tema no es nuevo. El servicio al cliente ya no es un diferenciador, pero la experiencia del cliente o del usuario sigue siendo crucial. Mapear todo el viaje de un cliente y sus hábitos en el uso de plataformas web u otros tácticos es fundamental para asegurar una ventaja competitiva.
Hoy es crítico que un ejecutivo de marketing incluya dentro de sus habilidades la capacidad de monitorear la experiencia de sus clientes o consumidores, y de hacer mejoras sensibles para acelerar la conversión digital, las ventas y la participación de mercado. Esta disciplina implica conocer más sobre usabilidad web y la capacidad de medir el viaje del cliente y las atribuciones digitales para lograr los objetivos.
Entendimiento profundo de los canales de comunicación
Uno de los temas que evolucionan con mayor velocidad es alrededor de los canales de comunicación. Desaparecen algunos y emergen otros, canales digitales de contenidos, donde se incluyen las redes sociales por supuesto, pero al final del día canales que se van transformando en contexto formas y capacidades de llegar y persuadir al consumidor. Si bien prevalecen los canales que ya conocemos desde hace una década, no podemos perder de vista su propia transformación, y la migración de sus usuarios hacia otras plataformas.
En resumen, nuestro rol continúa siendo muy relevante para el crecimiento de un negocio, pero nos tenemos que adaptar rápidamente a las nuevas condiciones del mercado, con la mejor adopción tecnológica posible para sacar el máximo provecho de nuestras ideas.