Estar Arriba de la línea en las organizaciones (empresas privadas o públicas) resulta de gran valor para un grupo de trabajo.
Ya lo dijo Albert Einstein: “Los problemas significativos que enfrentamos no pueden ser solucionados si estamos en el mismo nivel de pensamiento en el cual nos encontrábamos cuando los creamos”.
La expresión “Arriba de la línea” (en ingles Up the line) proviene del libro El principio de Oz, en el cual los autores exponen de manera asertiva todo un proceso que deriva en una gestión de la cultura del accountability en las empresas.
¿Qué sucede en las empresas cuando no hay una estrategia de accountability?
En toda empresa se necesitan cumplir objetivos y estos tienen una meta que debe cumplirse en tiempo y forma. Lo anterior remite a la responsabilidad que como entes tenemos dentro de nuestras capacidades. Esto significa que cada persona perteneciente a un departamento en una empresa debe tomar las riendas y ejercer liderazgo, proactividad y compromiso. En otros términos, adquirir accountability en el rol de actividades que cada persona hace impactará positivamente en un área determinada, no solo en las acciones, sino en los resultados.
Habilidades que se requieren para obtener accountability
- Compromiso. Cuando un proyecto de trabajo resulta difícil de finalizar, el síntoma más evidente en donde notamos que no están saliendo las cosas es darnos por vencidos y tomar las cosas como “se tienen que hacer”; sin embargo, una característica del accountability es encontrar soluciones a cada problemática, identificando qué está haciendo daño en una organización o esquema de proyecto. A partir de ahí, surgen las acciones que se harán para desarrollar una vía útil para solucionarlo.
- Perseverar causas para lograr efectos. “¿Qué más puedo hacer?”, pregúntate siempre qué alternativas tienes para mejorar un modelo de trabajo, un proyecto, flujos de impacto en una organización. El accountability no solo se trata de hacerlo como un sistema inamovible, sino como una forma de establecer puentes con aquello que aún no se logra y puede realizarse a través de procedimientos creativos.
- Pensar diferente. Se dice muy fácil, pero no. Pensar de manera distinta requiere ciertas habilidades, conocimiento, experiencias en ciertos rubros laborales. Lo más importante es la deconstrucción de modelos de trabajo que tal vez no hayan sido los mejores, sino adaptar algunos, omitir otros y reinventar procesos y conductas con soluciones viables.
La innovación es una de las cualidades más importantes para lograr un cambio. ¿Cómo puedes establecer ese paso en donde estás al borde de una situación que todos ven, pero nadie se atreve a dar el salto? Toda innovación requiere de valentía, ese es un punto fundamental dentro de las habilidades para pensar diferente.
- Comunicación efectiva para buscar sinergias. Esta es la cualidad determinante de un buen líder que lleva su proceso de accountability como un mantra. Si la persona que ya está empoderada, y tiene la capacidad de lograr lo que se propone, tiene el poder transmitir un mensaje de manera efectiva para lograr que los integrantes de un equipo no caigan en el clásico “no se puede”. Todo lo contrario, hacer que las cosas funcionen, como bien se dice, es también buscar vínculos con otras personas, establecer nexos en pro de una mejoría sustancial en las organizaciones. De eso se trata ser un buen accountability: buscar cómo sí lograr los objetivos viendo cada una de las partes que integran un todo.
- Liderazgo y decisión, la iniciativa como bandera. Reza el eslogan de todo líder: “Para cualquier situación, estoy preparado”. Esto transmite seguridad, brinda e imprime iniciativa ante una situación.
Si a lo anterior sumamos que dentro de las cualidades de un líder está la capacidad de razonar y ver las áreas de oportunidad tanto propias como ajenas, tomar decisiones es fundamental. Recuerda, aquellas personas que deciden, no sólo ejecutan como un autómata, sino cambian la perspectiva de un grupo, un proyecto, una organización y hasta de un país.
¿Qué prefieres para tu persona y para la empresa en que trabajas?, ¿ser accountability?, ¿tomar tus propias decisiones como emprendedor?, ¿tener dotes para aplicarlas y mejorar tu trabajo?, ¿ser el líder que todos buscan?, ¿ser el jefe que nadie quiere? En definitiva, y ante cualquier sesgo de la personalidad, tener tales características como las cinco que he referido, es síntoma de estar preparado y decidido para emprender el trabajo más grande que cada persona tiene: el de la vida.
