No cabe duda que estamos presenciando una gran evoluciĆ³n en la manera de comunicarnos ya que hoy, las redes sociales y las apps de mensajerĆa como WhatsApp o Telegram, han contribuido a modificar, sintetizar y acelerar la manera de compartir ideas, pues basta pensar en la incorporaciĆ³n de los emoticons, las abreviaturas y modismos propios de estos medios de interacciĆ³n.
EXPLICĆNDONOS MEJOR
Lejos de juzgar las dinĆ”micas conversacionales de la actualidad, pienso en la importancia de ir a ciertas bases conceptuales de la comunicaciĆ³n, para lo cual les comparto lo que publica SciELO (Scientific Electronic Library Online) consignando que āel lenguaje, aparte de ser un mecanismo de comunicaciĆ³n bĆ”sico para la socializaciĆ³n, es tambiĆ©n un medio usado para expresar o comunicar un contenido relacionado con el pensamiento; el pensar y el hablar forman parte de una unidad inseparable: no se puede considerar como una simple manera de comunicaciĆ³n sino como un mĆ©todo importante para el desarrollo y visiĆ³n que tiene el hablante hacia el mundoā.
La comunicaciĆ³n en marketing requiere entender las dinĆ”micas del mercado al cual se dirige y atender sus particularidades, pues como dice Seth Godin, autor norteamericano, āmarketing ya no se trata de las cosas que vendes, sino de las historias que cuentasā, y es por ello que hoy le cuento cĆ³mo la comunicaciĆ³n en el marketing agrĆcola requiere erradicar conceptos demasiado abiertos para apalancarnos en la precisiĆ³n y con ello, lograr la transmisiĆ³n adecuada de los mensajes.
Conceptos amplios y el riesgo de asumir: Cuando incorporamos a nuestra narrativa conceptos como ādigitalizaciĆ³nā, āsustentabilidadā o ārentabilidadā, Ć©stos sin duda proporcionan modernidad a nuestro discurso y ademĆ”s de actuales, son elementos que parecen ser simples y de entendimiento general, sin embargo, la agricultura nos revela el riesgo que trae consigo asumir que todos entendemos lo mismo y lo ilustro con el siguiente ejemplo.Ā
En muchas de las reuniones de promociĆ³n con nuestros clientes, hacemos referencia a la tecnologĆa, ya fuera por su papel detrĆ”s del diseƱo de los productos, porque a travĆ©s de ella, podrĆamos incrementar la rentabilidad o que con su aplicaciĆ³n en el campo, harĆamos la diferencia en tĆ©rminos de la seguridad alimentaria.Ā
Y entonces, vino a darnos un golpe de realidad un agricultor en el Estado de MĆ©xico cuando nos dijo āĀæquĆ© significa eso de la tecnologĆa para ustedes? AquĆ los agricultores usamos bueyes para trabajar la tierra y los que tienen tractores son muy pocos… eso es tecnologĆa en este rancho, un tractorā. Ā No debemos renunciar a utilizar estas palabras, pero en nuestro afĆ”n de hacer una lĆnea conversacional que inspire, motive y rete a nuestra audiencia, la puede terminar confundiendo.
āEl cliente es mi compadreā: Esta maƱana sostuve una conversaciĆ³n con un colega que reforzĆ³ con un ejemplo, el riesgo asociado al exceso de confianza. Resulta que en la bĆŗsqueda de tener informaciĆ³n proveniente de los clientes, un grupo de trabajo arrancĆ³ un esfuerzo para acopiar informaciĆ³n, trabajarla y asĆ obtener los ansiados insights provenientes del campo.
El directivo al que hago referencia, preguntaba a la fuerza de ventas si era factible que los distribuidores nos pudieran apoyar compartiendo informaciĆ³n, pues tĆpicamente las barreras para la obtenciĆ³n de la misma, estĆ”n a la orden del dĆa, ya sea por desconfianza, por temor a tener un impacto negativo en la oferta de valor o simplemente porque no ven beneficio en ello.Ā
āĀæQuĆ© pasĆ³, cĆ³mo cree que nos van a negar algo? Si aquĆ mi compadre es el distribuidor y nos va a compartir la informaciĆ³n que necesitemosā. El ejecutivo explicĆ³ que el plan contemplaba que nosotros tuviĆ©ramos acceso a su sistema y hacer el anĆ”lisis de la informaciĆ³n directamente en su base, para darle mejores recomendaciones para mejorar su gestiĆ³n. āAh no, ahĆ si no creo que quiera, ĀæquĆ© tal que pierde control de los clientes?ā, terminĆ³ diciendo el vendedor.
En ese caso, ni estaban claros los alcances y probablemente los beneficios no eran suficientes para quien compartirĆa la informaciĆ³n, pero en todo caso, el proceso de acopio de informaciĆ³n tiene otros matices que en la primera etapa se pudieron obviar.
El cliente como pretexto de nuestras deficiencias: āNo le puedo extender la fecha para firmar los contratos, pero le ayudo a que cumpla con la vigencia establecidaā, le explicaron a un agricultor que estaba por cerrar un trato para garantizar el precio de venta de su cosecha.Ā
Parece que en este enunciado hay un deseo de satisfacer la necesidad del cliente proveyendo incluso ayuda para completar un simple requisito: firmar en tiempo. Sin embargo esa acciĆ³n resolvĆa un parĆ”metro interno y no se adecuaba a los tiempos del cliente, razĆ³n por la que la narrativa pudo ser la adecuada aunque su trasfondo, poco orientado al cliente.
Este perverso juego puede tener otras implicaciones como la de pretender arreglar un proceso a todas luces logĆstico o interior, utilizando al cliente como argumento sin siquiera ser consciente del tema. Traslade este ejemplo a mĆŗltiples āsolucionesā del Ć”rea de contabilidad, logĆstica o incluso ventas y marketing que en su afĆ”n de dar servicio, privilegian los parĆ”metros internos. En mi experiencia, retar las reglas establecidas no es un tema de valentĆa, sino de conciencia en favor del cliente
SEMBRANDO REFLEXIĆN
Comunicarnos con precisiĆ³n y creatividad no son agua y aceite, siempre hay oportunidad de que la transparencia impere al tiempo de construir nuestros puentes de comunicaciĆ³n asĆ que basta con que se ponga las botas del agricultor (o quien quiera que sea su cliente) y ādĆ© algunos pasosā para que nos demos cuenta quĆ© tan cerca estamos de cumplir con las expectativas.Ā
Me encantarĆ” encontrarnos la semana prĆ³xima en este espacio no sin antes pedirle que comparta esta columna y me visite en @soyjuanbecerril