Por Alvaro Rattinger
twitter @varu28
En toda profesión es indispensable contar con una buena reputación, el mundo digital actual hace que tu imagen y acciones vivan eternamente en internet. En el caso de mercadólogos esto es más cierto que en otras carreras, lo que hacemos por una marca está a la vista de todos. Para muestra un botón, esta semana @NokiaNZ publicó un mensaje con sólo dos palabras F*** Y**, la marca se ha distanciado del tema e inclusive se disculpó un par de horas más tarde; sin embargo, alguien publicó o dejó que se publicara este mensaje, estoy seguro de que será difícil para el Community Manager poner su nombre en esta belleza de error. Lo último que se quisiera presumir es que se trabajó en el área de social media de Nokia durante estos días.
Los que laboramos en marketing tenemos que cuidar lo que la marca hace, no sólo por el beneficio de nuestro empleador, también por nuestra preservación. Me parece que hoy existen un sin fin de consejos para mejorar tu confiabilidad y aquí se enumeran las que me resultan cruciales:
Haz lo que dices y di lo que haces
Parte del problema de confianza profesional es no cumplir con lo que se promete. Lamentablemente en esta profesión se acostumbra a romper acuerdos en las cosas más simples. Si quedamos en contestar un email es indispensable que se haga, si se presentan fallas en algo pequeño, lo grande seguramente es peor. En lo personal (no mentiré) he fallado muchas veces a pequeños compromisos, contestar mensajes o regresar llamadas, no hay nadie infalible, lo importante es que el saldo final sea claramente positivo, cumple mucho más de lo que fallas.
Materializar acuerdos
No basta cumplir con los acuerdos, es importante invertir tiempo en verbalizar sobre lo que te has comprometido. Un ejecutivo de marketing debe llegar a un acuerdo sobre lo que se espera de una campaña o esfuerzo publicitario, es responsable de cumplir con los objetivos e informar cuándo y cómo se han alcanzado. Vale la pena decir que un mercadólogo es el primero que debe hacerse responsable de un fracaso en su campo profesional, no es válido decir, “el mercado no está listo para mi campaña” o “el consumidor no me entiende”. Si el mercado no conectó con la estrategia es nuestra responsabilidad corregir y buscar un nuevo punto de acuerdo.
Ser brutalmente honesto
Uno de los factores que más pesan al crear una relación profesional en el largo plazo es la confiabilidad de las personas. Un mercadólogo tiene la responsabilidad de ayudar a que la empresa crezca con ventas y preferencia de los clientes. Para lograr lo anterior es indispensable saber decir si se puede ayudar o no a un colega. Si alguien te pide ayuda para levantar su departamento es clave decir si lo podemos hacer. Si los demás departamentos de una empresa saben que pueden contar con tu compromiso tendrán más confianza en tus estrategias de marketing y cuándo sea el momento serán los primeros en apoyarte en nuevos productos o servicios.
Cumple tus fechas
A nadie nos gustaba el niño en el salón que le recordaba al maestro que efectivamente había asignado tarea. Sin embargo, ser mercadólogo implica exactamente eso, ser el que no olvida la tarea y que siempre entrega a tiempo. Los que trabajamos en crear estrategias de mercadotecnia, publicidad o medios vivimos en un constante ejercicio de llegar a tiempo al mercado. Alguna vez escuché decir a un chef, es mejor llevar comida “casi perfecta” a entregar alimentos fríos. El primer departamento en pelear fechas de entrega es marketing.
Humildad y consistencia
Se dice que “portero sin suerte, no es portero”, lo mismo sucede con el área de marketing; hay campañas que funcionan por un acto divino. Productos que han salido adelante por una equivocación y otros que han fracasado a pesar de una estrategia impecable. Los cierto es que “no la tenemos comprada”, hay que ser humildes en nuestros éxitos y más en nuestras fallas.
Recuerden que la calificación de un mercadólogo es otorgada por el consumidor, si fallamos en nuestro trabajo nos ignorarán, si acertamos –con suerte– nos comprarán.