Que tengas una personalidad creativa, no significa que debas ignorar y descuidar tu presencia como ejecutivo de negocios. Los negocios son negocios y requieren ciertos códigos de imagen que te ayuden a maximizar y potencializar tus resultados.
¿Te ha pasado alguna vez que llegas a una junta de trabajo, una entrevista o conferencia y te sientes fuera de lugar porque todos utilizan traje y corbata, mientras tú fuiste con una imagen más “casual”? Ante este escenario algunas personas suelen sentirse inseguros e incluso ponerse nerviosos.
Cuando somos personas que habitualmente nos desarrollamos en un ambiente creativo, nuestra vestimenta es más relajada que la que utilizan en un corporativo, pero ¿qué pasa cuando es momento de ese día importante en el que tenemos que dejar de lado los jeans?
Por ello, quiero compartirte cinco estrategias de marketing para desarrollar una adecuada estrategia de imagen personal, en función de tu perfil y sin que sientas que esto afecte tu personalidad.
1. Proyección: Prácticamente se trata de definir un punto de partida sobre la imagen que quieres proyectar. Primero reconoce cuál es la situación a la que te vas a enfrentar y con ello ubica la proyección que tú requieres dar. Si tienes una cita importante, tu imagen sin duda debe proyectar liderazgo y autoridad, por lo que tu atuendo deberá ser más formal. Los equipos creativos comúnmente consideran que vestir de traje los hace sentir fuera de tu zona de confort, sin embargo, tu proyección manda mensajes muy importantes y de no cuidar tu proyección acorde al entorno, estarías boicoteando tus oportunidades de negocio.
2. Actitud: Tú sabes quién eres y de lo que eres capaz, pero cuando se trata de cerrar tratos, es indispensable que te proyectes confiado y seguro. La manera en la que te comportes durante una reunión es crucial para que puadas cerrar nuevos negocios, conseguir un empleo o tener éxito en una conferencia. Tu actitud en gran medida será la que termine de definir tu presencia ejecutiva.
3. Comunicación: Enfócate en ser asertivo, expresando tus ideas de manera clara y en el momento correcto. Aunque tengas muchas ideas por transmitir, concéntrate en dejar en tu audiencia dos o tres ideas mensajes firmes, con palabras concretas y sobre todo, generando congruencia entre lo que dices y lo que proyecta tu lenguaje corporal.
4. Diferenciador: En un mundo tan competitivo, es vital tener una propuesta diferente, que te haga único y reconocible. Si alguna vez te preguntan: “¿Por qué debería cerrar negocio contigo y no con alguien más?”, debes valorar que esa es una muy buena oportunidad para explicar tus atributos que te hacen único y diferente y así detonar negocio en favor tuyo. Siempre debes mostrar el gran diferenciador por el que debería elegirte a ti, a tus productos o tus servicios.
5. Valor agregado: Con esto me refiero al plus que tienes y debes dar a tus clientes. Por ejemplo, cuando tienes que elegir entre dos tiendas, marcas o productos, por lo general te quedas con aquella que te da ese valor agregado. Lo mismo pasa con tu branding personal. Todos queremos ganar y si logras transmitir que tú aportas cierto valor agregado, sin duda podrás salir ganando.