Al momento de pedir financiamiento, cualquier empresario, emprendedor o representante de una marca necesitará de un buen discurso corto en el tono y temporalidad ideal, con las palabras adecuadas y la creatividad suficiente para ser un pitch exitoso.
Para los especialistas, un buen pitch es aquel que dura de medio minuto a máximo 120 segundos, tiempo que debe ser suficiente para exponer ideas, objetivos, plazos. Sin embargo, perder trae las siguientes lecciones:
Insistir con la misma perspectiva. No es recomendable asistir al encuentro con un cliente potencial cuando ya se sabe que el resultado será negativo. Es poco aconsejable cerrar una venta o conseguir financiamiento solo para aumentar los números. Saber cuándo es correcto será pensar en los clientes de la marca primero.
Seguimiento genérico. Los correos electrónicos genéricos se deben evitar porque no compensará las horas de negociación en persona, sino todo lo contrario. Asimismo, no son recomendables las plantillas para correos electrónicos, ya que el enfoque debe tener la misma seriedad que como ver a ese cliente en persona.
Ser empedernido. Previos a los lanzamientos se debe tener una visión completa de los desafíos de la marca o producto, pros y contras. No obstante, puede ser una trampa no mejorar el pitch por el hecho de tratar con la misma persona. Al final de la presentación que no funcionará, lo ideal es diseñar un cronograma para los siguientes pasos y con nuevos canales de seguimiento.
No escuchar. Después del discurso puede suceder que no haya ninguna venta garantizada, ya que es necesario no dejar de escuchar al cliente potencial, mantener el diálogo abierto y estar dispuesto en todo momento a cambiar de estrategia si las metas o retos así lo requieren. Deberá ser rápido y durante el tiempo que dura el pitch.
Tomárselo personal. Cuando no se concreta un acuerdo, es momento de revisar qué se hizo bien y mal para detectar qué se podría mejorar la próxima ocasión. El seguimiento post pitch debe ser centrarse en los detalles que pudieron fallar y siempre se detectará algo que puede mejorar.