Todavía es tiempo de activar planes de año nuevo, después de haber evaluado lo que se ha hecho bien o mal durante 2014, especialmente a nivel laboral, donde no se necesitan excusas para mejorar, si se tiene empresa o negocio propio.

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Para quienes son emprendedores, estos consejos, procedentes de Yahoo, sobre el tema, pueden contribuir a brindar claridad a los objetivos que se tengan para este 2015, sobretodo porque no suelen ser las primeras opciones en las que se piensa, pero si medidas más que necesarias para lograr un mayor éxito.

Los errores a evitar si se tiene un negocio propio:

1. Tomarse el negocio de forma muy personal

Como dueño de negocio, es fácil que las emociones/estados de ánimo se equiparen a las resultados del trabajo, pero eso trae consigo un costo mental y físico muy levado, porque se depende de factores que están fuera del control personal. Además, si el negocio crece, lo harán las exigencias y con ello la volatilidad de depositar la emocionalidad en las cifras de la empresa, por lo que se debe tratar de separar este aspecto personal de los resultados de la empresa.

2. Dejar de lado la gerencia diaria

Es fácil dejarse emocionar por nuevos planes o la búsqueda de financiamiento o nuevas ideas, pero se debe mantener la vista puesta en la gerencia del día a día, que mantiene a los directores y gerentes cercanos a los que sucede dentro de la empresa. Buscar un equilibrio entre el crecimiento e inspiración y el ‘control’ de las actividades diarias es lo ideal.

3. Complicar las cosas

Puede que la empresa necesite conocerse y establecer en ‘papel’ el organigrama, los planes, misión, visión, proyectos o un archivo exhaustivo de todo lo que se ha hecho hasta el momento, pero se debe evaluar si es procedente para el tamaño, actividad y/o tiempo que se necesita para lograr estos objetivos, para saber hasta donde se debe ejecutar sin invertir demasiado tiempo y esfuerzo.

Claro que es necesario tener la información organizada y dejar claro los planes a futuro, pero todo en su justa medida, para que no interfiera demasiado en la actividad principal de la compañía.

4. Dejar de lado la salud personal

Como suele suceder cuando se tiene un negocio propio o un cargo de mucha responsabilidad, la inversión de tiempo en el trabajo es enorme con el consabido sacrificio del tiempo que se dedica a la actividad física para mantenerse saludable.

Siempre habrá algo que hacer, y mientras más éxito se tiene, mayores son las responsabilidades por ello el ejercicio debe incluirse como una obligación personal, que redundará en tener mayor energía física y mental, para reinvertir en el trabajo, entre otros beneficios.

5. No permitirse distracciones

Al igual que sucede con la actividad física, permitirse distracciones o eventos que no estén relacionados con el trabajo, no es algo que muchos emprendedores se den el lujo de hacer, pues la prioridad es el negocio y por ello, las posibilidades de dedicar tiempo a ‘divertirse’ o relajarse quedan en el último lugar.

Incluso sucede hasta para las actividades de trabajo, donde se descarta hasta la posibilidad de salir a una reunión si puede hacerse a través de Skype o no asistir una conferencia por la inversión de tiempo que ello implica…

Cambiar de espacio físico y mental, no es siempre una perdida de tiempo para los objetivos de la organización, como tampoco lo es el dedicar algunos minutos a romper con la rutina. Este año vale la pena recordarlo y tener el propósito de dirigir el negocio/departamento de forma más equilibrada para la salud mental y física, sin perjudicar los resultados.