Internacionales.- Aunque como dice el dicho “no hay mal que dure 100 años”, existen algunos errores fatales que pueden llevar a la ruina a una empresa y no necesariamente tienen que ver con manejo de dinero o rentabilidad, sino con una falta de capacidad gerencial. Dentro de los numerosos desafíos que puede enfrentar una empresa o sus fundadores en la gestión diaria existen dos que son letales: los financieros o la falta de liquidez y las relaciones entre socios, ya sea por diferencias profesionales o hasta interpersonales.
Más notas relacionadas:
¿Se acerca la era del comercio electrónico en Twitter?
México: número uno en publicidad móvil en Latinoamérica
Android es el líder de la publicidad móvil
- El primer riesgo está en confiar demasiado y seguir hacia adelante. No nos referimos a que no tengas confianza, sino que, si confías en exceso arrastrarás detalles importantes que pueden convertirse en problemas. Siempre debes ser objetivo y evaluar tu modelo de negocio además de tener un Plan B.
- No proyectar los gastos, es decir, no planear con anterioridad cuánto dinero necesita tu empresa para sobrevivir (digamos, un año). Los principales errores del presupuesto radican en inflar las inversiones y subestimar los gastos. No olvides asesorarte con un experto.
- Falta de clientes: ¿Estás seguro que existe demanda para tu oferta? Contrasta siempre tus ideas con personas distantes, invierte en un programa piloto o busca asesoría. Si te quedas con los comentarios de tus familiares seguro fracasarás.
- Según los expertos, la enfermedad mortal de las empresas es que el dinero deje de fluir. Para ello, debes diversificar las fuentes de ingreso. Plantea escenarios donde contemples un techo de ingresos y siempre proporciona al negocio un “colchón” de supervivencia. Jamás dejes que tu caja llegue a ceros.
- Un inversor puede arruinarlo todo si es una persona sin experiencia en el sector. Está muy bien que tus socios tengan diferentes intereses pero jamás hagas negocios con alguien que no ha vendido jamás. Ve poco a poco, conoce sus expectativas de inversión y las metas que cada uno tiene quiere alcanzar con el negocio.
