La sabidurĆa de la pieza ha sido influyente, productiva y sigue siendo vĆ”lida hoy. Es importante entender lo que Friedman realmente dijo y quiso decir: āHay una y solo una responsabilidad social de las empresas: usar sus recursos y participar en actividades diseƱadas para aumentar sus ganancias siempre que se mantenga dentro de las reglas del juego, es decir, practicar la competencia abierta y libre, sin engaƱos ni fraudesā.
En esencia, lo que pregonaba Friedman sigue teniendo vigencia, aunque reforzado y aumentado. La evoluciĆ³n de la responsabilidad social empresarial ha dejado de ser un objeto solo de imagen para convertirse en un ingrediente vital para las empresas y las marcas.
Las empresas estĆ”n experimentando un aumento constante de la presiĆ³n de los inversionistas, empleados, clientes, activistas y muchas otras partes interesadas por aumentar la transparencia sobre prĆ”cticas sostenibles y socialmente responsables, articuladas a travĆ©s de informes ambientales, sociales y de gobernanza, lo que conocemos como ASG.
QuizĆ” la declaraciĆ³n de Friedman no alcanzĆ³ a vislumbrar la posibilidad de que los inversionistas exigieran a las empresas del sector financiero y aquellas que cotizan en la bolsa de valores, la implantaciĆ³n de los criterios ASG para reconocer el efecto que tienen en el medio ambiente y la sociedad en su conjunto y, a la vez, cĆ³mo sus polĆticas pueden afectar su propia resiliencia y rentabilidad.
Las empresas se estĆ”n percatando que el ASG es para todas aquellas que estĆ©n interesadas primero, en sobresalir en un entorno dominado por la transparencia y el escrutinio pĆŗblico y, segundo, que quieren enriquecer su marca a travĆ©s de valores que le permitan diferenciarse de su competencia y ganar empatĆa entre sus pĆŗblicos de interĆ©s. Una marca fuerte incrementa los mĆ”rgenes, la satisfacciĆ³n del cliente y las decisiones de compra. El mercado recompensa a las marcas que alinean los valores con la acciĆ³n.
En tĆ©rminos de gobernanza, los criterios ASG miden y analizan la capacidad de gestiĆ³n de las empresas, en Ć”mbitos como la estructura y la diversidad del consejo de administraciĆ³n, la transparencia, las polĆticas de Ć©tica y anticorrupciĆ³n y cumplimientos normativos, entre otros.
En particular, son la diversidad y la inclusiĆ³n temas sensibles en donde las organizaciones estĆ”n enfrentando desafĆos internos y externos, en su afĆ”n de crear un lugar de trabajo mĆ”s acogedor y equitativo.
De acuerdo con un estudio de Korn Ferry realizado en 2021, tres cuartas partes de los profesionales dijeron que sus empresas habĆan mejorado los esfuerzos de diversidad e inclusiĆ³n durante el Ćŗltimo aƱo, aunque solo el 19 por ciento dijo que esos esfuerzos habĆan sido āmuy efectivosā.
Diversas investigaciones siguen demostrando el valor de las iniciativas DE&I (Diversidad, equidad e igualdad) bien diseƱadas y para lograrlo, estƔn son cinco situaciones que se deben evitar.
- Asumir que la diversidad y la inclusiĆ³n son uno y son lo mismo. Hay una idea errĆ³nea comĆŗn de que la diversidad es sinĆ³nimo de inclusiĆ³n. Tener uno no significa necesariamente tener el otro. La diversidad se enfoca en crear una fuerza laboral con una combinaciĆ³n valiosa de razas, gĆ©neros, antecedentes, experiencias, etnias y niveles socioeconĆ³micos. La inclusiĆ³n tiene como objetivo crear un entorno acogedor, donde los empleados de todas las razas y orĆgenes se sientan apoyados y capaces de tener Ć©xito.
- Ignorar la cultura de la empresa. La cultura comprende objetivos, valores y prĆ”cticas, y debe transmitirse de manera efectiva para que los empleados la entiendan y actĆŗen en consecuencia.
- No buscar la retroalimentaciĆ³n de los empleados. Muchos lĆderes pasan por alto el valor de los comentarios de los empleados al crear una estrategia de DE&I. Sin embargo, los comentarios y preguntas de los trabajadores son fundamentales para construir una cultura empresarial diversa e inclusiva.
- Carecer de una estrategia o plan. No existe una soluciĆ³n Ćŗnica para lograr un lugar de trabajo mĆ”s diverso e inclusivo. Toma tiempo y esfuerzo. Las organizaciones deben cambiar su enfoque de por quĆ© necesitan DE&I a cĆ³mo pueden lograrlo.
- Iniciar esfuerzos de diversidad e inclusiĆ³n que no son apuntalados por lĆderes. Los responsables de gestionar los esfuerzos de DE&I deben explorar formas de ayudar a todos los empleados a adoptar el concepto y sentirse inspirados por Ć©l.
Promover la diversidad y la inclusiĆ³n en una organizaciĆ³n no debe de responder especĆficamente a una exigencia de la sociedad o una cuota social, es obligaciĆ³n de las organizaciones responsabilizarse de involucrar a todos, comenzando por los directivos. Los lĆderes y los gestores de la empresa deben de participar para impulsar la discusiĆ³n y la estrategia. EstĆ” comprobado, que los esfuerzos de DE&I promovidos por los propios lĆderes pueden mejorar las percepciones sobre rendiciĆ³n de cuentas y transparencia.