El huracán “Harvey”, el fenómeno climático más potente que ha golpeadi Estados Unidos en más de una década, tocó tierra el viernes por la noche a unos 48 kilómetros al noreste de Corpus Christi, Texas, como un huracán de categoría cuatro, con vientos de más de 210 kilómetros por hora.
En las horas posteriores se fue debilitando gradualmente y en la madrugada del sábado, el Centro Nacional de Huracanes revisó su intensidad para degradarlo a categoría uno.
La tormenta ha dejado ya más de 22 centímetros de lluvia en ciudades como Victoria y otras localidades del sur de Texas. Centenas de personas huyeron mientras Harvey se enfilaba hacia un área que incluye refinerías, plantas químicas y la ciudad de Houston, la cuarta más grande de Estados Unidos.
Los servicios de emergencia han rescatado a más de mil personas de áreas inundadas de Houston por los efectos de “Harvey”.
En el área metropolitana de Houston, fue declarada una “emergencia por inundaciones repentinas”, lo que hace los desplazamientos casi imposibles, de acuerdo con el Servicio Nacional del Clima (NWS, por sus siglas en inglés).
Ese organismo informó que hay informes acerca de cinco fallecimientos en la ciudad, aunque hasta ahora solo ha sido confirmado uno.
Sin embargo, otro de los efectos que ha dejado el impacto del meteoro tiene que ver con el consumo en México y es que varios productos podrán verse afectados en los próximos días.
1- Precios diarios de las gasolinas
El precio del combustible en México, que se cotiza en el Chicago Mercantile Exchange (CME). pasaron del viernes al lunes, de los 1.66 a 1.77 dólares por galón, una situación que de acuerdo con la Comisión Reguladora de Energía (CRE) podría repercutir en el incremento del precio del hidrocarburo.
La ultima vez que hubo un fenómeno similar en la costa de Estados Unidos, el huracán “Ike” en septiembre de 2008, cuando también se cerraron operaciones de las refinadoras, el precio por galón en la región subió entre 15 y 20 centavos, 5 por ciento del precio.
2- Las rutas que sigue el combustible
Las principales rutas de los energéticos de territorio estadounidense a México proceden de Corpus Christi y Houston en Texas y Nueva Orleans, Luisiana.
Empresas como Shell, Valero y Exxon, principales proveedoras de combustible al país cerraron sus plantas tras el paso del huracán “Harvey”. Dado que en general todas las refinerías de zona están fuera de operación, ya existen alertas por falta de combustibles para el área de Houston, sobre todo porque se espera que las lluvias continúen hasta el 30 de agosto.
3- Impacto a la canasta básica
Con la subida de los precios a los combustibles, el impacto inmediato en los productos de primera necesidad comestibles serán la tortilla, la leche, la carne de res, el huevo y el arroz. Esto dado a que un aumento de precio a la gasolina afecta a toda la cadena productiva y el mayor impacto será en el precio final, el cual recae sobre el consumidor que verá reducida su capacidad de compra.
4- Mismo presupuesto, productos más caros
De las 51 millones de personas ocupadas en México, 32 millones reciben de uno a tres salarios mínimos, es decir, de 2 mil 401 pesos a 7 mil 203 pesos mensuales. En contraste, sólo 3.1 millones obtiene más de 12 mil pesos, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI.
Sin embargo, el consumo en México se ha visto afectado al momento de adquirir los alimentos básicos, debido a que se promedia un gasto superior a los 100 pesos por persona en comparación con 2016.
El poder adquisitivo del salario mínimo del trabajador mexicano se ha reducido en 11.11 por ciento durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, pero los precios de los productos básicos han aumentado un 26.9 por ciento, de la misma manera las horas de trabajo.
5- Confianza reducida
Pese a que la confianza del consumidor mexicano mejoró en un mes, su comparación anual mantiene una cifra negativa, aunque con una moderación en el ritmo del retroceso, de acuerdo con el último reporte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Según el Índice de Confianza del Consumidor (ICC), correspondientes a julio de 2017, la opinión del comprador mexicano aumentó 1.8 por ciento en el mes de referencia, un repunte respecto a la caída de 0.2 por ciento registrada en junio pasado.
No obstante, en el comparativo con el mismo mes del año pasado el indicador mostró una reducción de 0.4 por ciento en términos desestacionalizados, con lo que suma 18 meses con caída, pero con una moderación en el ritmo del retroceso.
El efecto de una posible alza en los precios del combustible en México, podría retornar a un retroceso a la confianza del consumidor en los meses de septiembre y octubre.