El Internet de las cosas (generalmente abreviado IoT por las siglas de Internet of Things) es un concepto que dará mucho de qué hablar en los próximos años, ya que se basa en la conexión de diversos artefactos cotidianos con el fin de dotarlos de características adaptables a cada persona que podrán intercambiar información y configuraciones por medio de apps y otros tipos de interfaces.
1.- Redes especiales
Uno de los primeros puntos que todo mercadólogo deber conocer al respecto, es que debido al bajo flujo de datos que ocupan los gadgets desarrollados para el Internet de las Cosas, es que en algunos países como España y Estados Unidos se están desplegando redes especiales para conectar estos dispositivos sin necesidad de depender de las clásicas redes celulares.
2.- Casas inteligentes
Las casas inteligentes son parte fundamental de lo que se entiende como Internet de las Cosas, ya que una casa que se encuentra conectada a internet y que es capaz de responder a comandos remotos, por medio de apps o por medio de comandos de voz y otros tipos de interacciones. La casa de Bill Gates, por ejemplo, es uno de los ejemplos más emblemáticos.
3.- Wearables
Los wearables podrán conectarse a otro tipo de dispositivos, como ventanas, puertas, o cualquier tipo de gadget del Internet de las Cosas, por lo que además de la información intercambiable entre gadgets, gimnasios, aire acondicionado, calefacción u otros tipos de artefactos inteligentes podrán responder a información registrada por sensores biométricos de wearables.
4.- Electrodomésticos
Los electrodomésticos son parte del proceso de integración al Internet de las Cosas, ya que así podrán ser manipulados a distancia, por lo que llaves de gas abiertas o grifos goteando podrán ser comprobados y cerrados desde apps vía remota, por ejemplo.
5.- Muebles
Diversos tipos de muebles, como camas o mesas, también podrán estar conectados a la red para ofrecer distintos tipos de funciones y configuraciones que puedan ser manipulados desde una app.