El nombre que le des a tu empresa puede hacer toda la diferencia del mundo en cuanto al impulso que le da hacia el éxito o al fracaso.
Los nombres tienen un cierto poder sobre la percepción que los demás pueden tener de tu marca y por esa misma razón, elegir uno puede ser un proceso complicado al grado de que algunos incluso optan por contratar a expertos para hacerlo.
Si existen profesionales dedicados exclusivamente a bautizar empresas, es porque el nombre es por sí mismo una estrategia de marketing y por ello es necesario tomar en cuenta varias cosas antes de tomar una decisión.
Aquí te damos 5 consejos útiles a tomar en cuenta para elegir el nombres de tu empresa:
- Elige un nombre descriptivo. Piensa en el mensaje que quieres comunicar, y concéntrate en que éste refleje los elementos clave de tu negocio. Entre más comunique sobre lo que haces, menos esfuerzo te costará explicarlo.
- Debe ser un nombre agradable. A veces no es lo mismo leer una palabra que decirla en voz alta. Sin caer en el extremo de crear un trabalenguas, decir el nombre en voz alta te puede dar ideas para juegos de palabras que resulten atractivos al oído.
- Evita los nombres genéricos. Si bien es difícil que tengas una idea cien por ciento original o un nombre nunca antes usado por ninguna otra compañía en la historia, trata de no utilizar lugares comunes que envíen a tu compañía al anonimato.
- Suelta tu creatividad. Hay múltiples caminos que te pueden llevar a encontrar el nombre que mejor describe a tu negocio. Muchas grandes compañías tienen nombres que no tienen un significado en el diccionario porque fueron inventados. Por ejemplo, el automóvil “Acura”, cuyas primeras letras tienen un significado común en varios idiomas: precisión. Con ello, se relaciona a la marca con el alto standard en ingeniería que la compañía quiere transmitir a sus potenciales compradores.
- Pruébalo en Google o AdWords. Con estas herramientas puedes asegurarte de que no haya otras compañías con nombres parecidos o bien que la palabra sea utilizada para algo diametralmente opuesto a lo que tu marca pretende.