Ciudad de México. De acuerdo con datos arrojados por el último censo del INEGI, tan sólo el 24% de la población de jóvenes en México cuenta con estudios superiores o de posgrado. El hecho de que cada día haya menos oportunidades laborales -o los campos especializados en el mercado sean altamente competitivos- influye para que la capacidad de adquirir responsabilidades financieras se reduzcan dramáticamente para este sector.
Más notas relacionadas:
5 razones para mantener tus emociones al margen del trabajo
6 acciones que pueden matar tu carrera profesional y cómo evitarlas
Los Millenials tienen un serio problema y probablemente ni siquiera lo saben
Para la especialista del Consumerist y autora de la sección de finanzas en el Star-Ledge de New Jersey, Karin Price, estos efectos pueden revertirse si a la hora de salir de la universidad, se toman planes de acción responsables y se marcan metas firmes en el ámbito profesional.
1. Consigue un trabajo; cualquier trabajo
De acuerdo con Karin Price, no importa qué tipo de título universitario tengas, un trabajo inmediato es necesario: “Aunque no tengan una idea de lo que van a hacer con el resto de su vida, necesitan dinero en efectivo. Sabemos que esto no siempre es fácil, y es probable que no encontremos el trabajo ideal después de la graduación”. La experta en finanzas asegura que es válido conseguir un empleo “friendo hamburguesas”, con tal de obtener ingresos reales a corto plazo. La experiencia vendrá con un trabajo más flexible, que nos permita acudir a entrevistas y demostrar “que no hemos estado holgazaneando” en el periodo.
2. Haz un presupuesto
Una vez obtenido el primer trabajo, Karin señala que hay que prestar atención en la forma en la que se gasta el dinero. Al administrar cada centavo, nos daremos cuenta de hacia dónde van nuestros ingresos: “Supongamos que usted está viviendo con sus padres, sin pagar la renta, pero tiene la esperanza de conseguir un apartamento propio algún día; en ese caso, destinar una parte del presupuesto, que represente el alquiler -depositado en una cuenta de ahorros- ayudará a que se acostumbre a estas responsabilidades”.
3. Paga tus cuentas a tiempo… de verdad, págalas
Para la autora, una de las acciones indispensables para todo millenial que se integra a la vida laboral, es pagar las deudas a tiempo, incluso si estas no se pagan en su totalidad: “Pagar las cuentas tarde es avanzar con el pie izquierdo hacia la construcción de un buen historial crediticio. Si alguna vez tiene problemas o errores en sus informes financieros, asegúrese de arreglarlos por completo”.
4. Vive de acuerdo a tus posibilidades
Asimismo, la columnista financiera destaca que, de acuerdo a encuestas, el 75 % los nuevos inquilinos entre 18 y 24 años de edad, gastaron más dinero de lo que generaban cada mes: “Puede que sus amigos hayan conseguido empleos mejor remunerados, y es comprensible que estén disfrutando comprando ropa o accesorios elegantes. Pero las cosas no siempre son lo que parecen. Estoy dispuesta a apostar que muchos de ellos están gastando más de lo que ganan en su intento de compensar los años de escasez de la universidad (o tratar de impresionar a los demás sin pensar en las deudas que sus acciones les pueden acarrear a largo plazo)”.
5. Arma un colchón
Price menciona que, al tener algo de efectivo extra, es importante iniciar la construcción de un plan para el futuro: “Hay que tener una lista de objetivos financieros y determinar cómo vamos a llegar a ellos. De esta forma, usted tendrá que equilibrar sus gastos a corto plazo, tales como costos de alimentación y transporte, con el objetivo de ahorrar para metas a largo plazo, como un depósito de alquiler o el enganche de un auto nuevo”.
Karin Price advierte que el “mundo real” es muy diferente a la vida en las universidades, por lo que conviene convertirse en un adulto sensible ante las circunstancias antes de “salir huyendo al cobijo familiar”.