Santiago, Chile.– Me gusta comparar la relación cliente-agencia, con el amor de pareja, porque en ambas situaciones, las partes interesadas deben hace un esfuerzo por entender al otro y llevar sus propio mundo del “yo” al “nosotros”. Sé que no es fácil, pero si la disposición está y queremos que la alianza (romance) funcione, resulta imprescindible tomar en cuenta una serie de puntos fundamentales- básicamente actitudes- que determinarán el curso de la misma y el éxito de la gestión para ambas partes.

Calma. Lo mejor del amor está al principio, dicen algunos y no deja de ser cierto si pensamos en lo grato que resulta el encantamiento inicial. Sin embargo es bueno tomarse las cosas con calma y no asumir que ya se conoce a la otra parte.

Escuchar. Para poder establecer una buena relación es necesario aprender a escuchar a la contra parte y hacerlo sin prejuicios. Puede que nuestras ideas pre concebidas sean geniales, pero no tenemos la seguridad de que éstas vayan a ser las indicadas para el otro. En el romance con el cliente, es necesario ser flexibles y estar atentos a sus necesidades para poder dar una solución ad-hoc a sus inquietudes.

Honestidad. Cualquier relación requiere basarse en la honestidad y aunque ésta pueda parecer brutal a ratos, sólo si se dice la verdad frente a una situación difícil, será posible seguir adelante con una estrategia conjunta.

Involucrarse. Este, creo,  junto con el anterior es uno de los puntos más importantes de todos. Involucrarse con la empresa, incluso en términos afectivos, hará que todo lo que planteamos parta desde la emoción y el compromiso para lograr algo “juntos”. Si no hay conocimiento suficiente de lo que existe tras la marca, sus creadores y directivos, difícilmente podremos conseguir el éxito. Es necesario “mojar la camiseta” por la relación.

Guardar algo de misterio. Entregar todo durante el primer período de romance es una mala práctica. Las relaciones se construyen con el tiempo y las partes siempre agradecen el descubrimiento de nuevas características. Descubrir que la agencia contratada tiene más herramientas de las que mostró en un comienzo, resultará una grata sorpresa para el cliente.