Según Fortune, construir una cultura de alto rendimiento requiere de conocimientos y habilidades. Más allá de orientar la brújula moral de las empresas, una cultura bien desarrollada puede proporcionar una hoja de ruta estratégica para el alto rendimiento.
Las recomendaciones que debes seguir para impulsar tu cultura de rendimiento son las siguientes:
Crear una sólida declaración de cultura. Se trata de un proyecto que va más allá de documentar las creencias de la empresa, es una iniciativa diseñada para institucionalizar las ideas importantes, tradicionales, valores y comportamientos valiosos que impulsarán el éxito de una organización o empresa.
Enfocarse en un proyecto de alto rendimiento como si fuera un trabajo. La cultura de alto rendimiento requiere ser escuchada, conocida y sentida, porque al igual que la marca y la experiencia del cliente, debe ser intencionalmente diseñada para lograr los resultados deseados, como desarrollar estratégicamente la infraestructura de tu negocio.
Identificar los marcadores de alto rendimiento para el equipo. Al observar al equipo y el negocio, Fortune recomienda tomar fotografías instantáneas y trazar comportamientos que podrían impulsar al éxito. El objetivo es documentar lo que está funcionando, los retos y las ventajas.
Es esencial la integridad en el equipo. Los valores e integridad en los empleados o miembros de un equipo de trabajo se legan, es decir, se trata de una cultura de “poner el ejemplo”. Esa clase de comportamientos proporcionan ejemplos prácticos de contexto y claridad en el día a día.
Designar a un embajador de la cultura de alto rendimiento. Diseñar una cultura de alto rendimiento necesita tener a un practicante que no sea el mismo, es decir, necesita incorporarte en todas las áreas o miembros de una marca, no solo el jefe debe ser portador de las “buenas noticias”.