¡Atención, atención! Este artículo está pensado para analizar tendencias de comportamiento a través de la Transformación Digital.
En los últimos diez años he notado que ciertos cambios culturales han tenido un efecto positivo en la estructura de las empresas. Me remito a hablar exclusivamente a la Transformación Digital, porque significa hacer una reinvención del modo en que las personas laboramos. Un paradigma cultural, un cisma mundial o un sello tecnológico que equivale a la evolución, tan solo pensar en las actividades que realizamos en una gran ciudad.
En sentido estricto, “en un mundo conectado” la vida adquiere connotaciones varias en nuestros comportamientos, como el Internet of Things, la evolución de las instituciones bancarias siendo cada vez más personalizadas; sin embargo, si pensamos en el terreno físico los patrones de consumo varían de acuerdo a aspectos socioculturales y toponímicos. Dicho sea al paso, las estructuras y configuraciones de un lugar impactan en cómo interactuamos con nuestros semejantes, en tiempo y forma. Por lo tanto, es fundamental considerar que la publicidad debe estar pensada siempre en la persona y para la persona, no viéndola como un objeto, sino como un ente con necesidades, sentimientos, sensaciones, percepciones y un bagaje muy particular de cultura.
Citaré a continuación algunos casos en donde los comportamientos humanos están en continuo rastreo por las métricas y en donde los mercadólogos y publicistas ponen –y deben poner– atención.
Sujetos de atracción: satisfaciendo un instinto
Una pareja que se distrae el hombre con su teléfono celular, la mujer con su hijo. Entre ellos no se hablan; tienen un diálogo fático. Mientras esto sucede, dos marketeros envían mensajes al dispositivo móvil por geolocalización a personas ubicadas a 100 metros a la redonda. Promocionan 2×1 en hamburguesas de reconocida tienda fast food. Son las tres de la tarde y ellos no han comido. ¿Qué sucede? La pareja decide irse al local de comida, muestran el código promocional en caja y acto seguido en 10 minutos están con su reluciente y robusta hamburguesa.
El libro más vendido es aquel cuya portada capta más la atención
Títulos de libros comerciales en librerías: cada uno de ellos está pensado estratégicamente para que a primera vista un impulso te lleve a mirarlos. En ocasiones, si la librería está dentro de un centro comercial o afuera de un restaurante, de golpe el estímulo de ver algo que no necesitas, pero “te puede servir”, es una estrategia útil para la tienda. Cabe mencionar que en la pila de libros no se colocan títulos de novelas de peso literario o cuyo autor sea un intelectual consagrado –salvo en los centenarios luctuosos en los que se editan y reeditan–, sino de escritores que son los más rentables y cuyas historias tienen un nivel estándar.
El inconsciente futbolero
El mundo de los centros comerciales está construido para la venta y el enfoque es hacia un objeto, resaltar sus cualidades, atributos. Se lustran todos sus beneficios para dirigirlos al consumidor potencial. Una táctica recurrente es causar ruido. Vemos, al caminar, ondas de sonido que se vuelcan en los oídos. En el fondo, el “ruido” tiene como propósito ir hacia a una de las partes principales del ser humano: la glándula pituitaria. En el cerebro se depositan los mensajes a través del hipotálamo y éste responde activando las hormonas a través de estímulos eléctricos. ¿Cuál es el resultado en un partido de futbol? Desde antes de entrar al estadio, el contexto ya hace sentir este aspecto a través de imágenes alusivas a las estrellas del equipo, la música eventual, el himno del club, los estandartes, los anuncios cerveceros, etc.
Centros comerciales, deseos personales
He observado huellas de pies (calcomanías) que se ponen en el piso y me pregunto adónde me llevarán: a un producto que deseo para estimular mi mente a la compra. Y esto es lo más importante en los centros comerciales, el deseo. En él se enfoca toda la creatividad de las agencias de publicidad y marketing: en orientar el producto por vender hacia el cliente (los deseos). Si no los tiene, se trata de dirigirlos a él. Sin cliente, los supermercados y centros comerciales no existen. El propósito de todo esto es la atracción y la publicidad es la ejecución final; la mercadotecnia es el medio eficaz, el trabajo previo que no se observa, pero vale demasiado si la estrategia es la correcta de acuerdo al segmento meta.