Las 195 naciones que se reunieron en la Cumbre de París aprobaron el texto que establece un acuerdo para la lucha contra el cambio climático. De ser firmada en 2017, éste entraría en vigor en el año 2020.

Es necesario decir que si bien se trata de un paso importante, el acuerdo ya ha generado críticas. En primer lugar, porque no se trata de un protocolo, lo que implica que su fuerza y obligatoriedad no sean tan grandes. Para que sea efectivo, en 2017 deben llegar a firmarlo 55 países que sumen el 55 por ciento de las emisiones mundiales. Además, el documento está lleno de ambigüedades en cuanto a fechas y cantidades específicas. 

Aquí te damos 5 claves para entenderlo:

1. El objetivo del pacto es que la temperatura del planeta no aumente más de 2 grados centígrados a finales del siglo, aunque se aspira a que no supere el grado y medio. Para ello, se establece que todos los países deberán someterse a un techo en sus emisiones de gases de efecto invernadero “lo antes posible”. Los primeros en hacerlo deberán ser los países más industrializados. Algunos expertos de la ONU señalaron que la mitad del rango de entre 1.5 y 2 grados ya ha sido alcanzado.
2. Las reducciones se llevarán a cabo bajo planes de mitigación que cada país presentó en le Cumbre y que serán revisados cada cinco años. La primera revisión se hará hasta 2023. Durante cada revisión se establecerán nuevas metas de reducción de emisiones para lograr los objetivos para el final del siglo. Estas nuevas metas nunca podrán ser menos ambiciosas que las anteriores.
3. El financiamiento de estas metas fue uno de los puntos más discutidos durante la cumbre. Finalmente se llegó al acuerdo de que los países desarrollados movilizarán un mínimo de 100 mil millones de dólares antes del año 2025 para ayudar a los países en desarrollo a cumplir con sus metas. Se trata de una cifra revisable anualmente, y la puerta queda abierta para que cada país realice aportaciones voluntarias adicionales.
4. El acuerdo establece que se debe alcanzar una “neutralidad del carbono”, es decir que las emisiones de carbono se mantengan lo suficientemente bajas como para que los bosques y océanos puedan absorberlos. Para ello, será necesario que las fuentes de energía limpia sustituyan poco a poco a los combustibles fósiles, aunque el texto no hace alusiones directas a mecanismos específicos para la descarbonización de las naciones.
5. Uno de los temas más sensibles durante la Cumbre fue la asignación de responsabilidades a las naciones industrializadas por su contribución al cambio climático, y la compensación que éstas deberían otorgar a las naciones que se ven afectadas. Específicamente, Estados Unidos se opuso a que se utilizara cualquier tipo de lenguaje que estableciera un sistema en el que se le responsabilizara legalmente por los daños al medio ambiente y a otros países. Finalmente se alcanzó un consenso sobre un sistema de “Pérdidas y Daños” bajo el cual las compensaciones serán voluntarias y no se fijó un mínimo establecido.