Buenos Aires, Argentina.- Vender más no se logra de la noche a la mañana. Y menos aún en estos años, donde las nuevas tecnologías han impulsado cambios de raíz en los consumidores. De hecho, el desafío no parece ser vender más, sino no perder clientes. Estas son algunas claves para que las compañías descifren el consumo actual, y lo aprovechen.
El mundo de los negocios es otro muy distinto al de hace algunos años. Las demandas de los clientes son cada vez mayores y, en particular, diferentes. Por esto, las compañías deben estar alerta, porque la que se quede en el pasado, pierde. Como dice el refrán: “cocodrilo que se duerme, es cartera”.
“Para encarar una estrategia de branding hay que conocer cuáles hábitos de consumo se desarrollarán con más fuerza, cuáles encontrarán su punto de maduración más sobresaliente, cuáles afectarán el negocio y de qué forma y, en última instancia, si algunas de las cuestiones que se vienen observando empezarán, poco a poco, a extinguirse”, publicó el medio argentino iProfesional, para luego detallar algunas actitudes y hábitos que se pueden esperar de los consumidores de hoy.
- Escuchar al consumidor. El consumidor habla. Y habla cada vez más. Las redes sociales son el vehículo, el canal a través del cual se expresa. Hay que aprovecharlo. Y no se trata de poner a un community manager a escribir cualquier cosa en Twitter, sino el norte debe ser: pensar una estrategia seria y perdurable en el tiempo de marketing digital basada en la recepción de las inquietudes del consumidor (actual o potencial).
- Transparencia. El consumidor de hoy exige conocer todo de los productos que compra. Por esto la marca debe ser transparente, clara, abierta al diálogo honesto y directo con su comprador. Lo que la marca oculte, el cliente lo “googlea”, lo encuentra y lo peor: lo socializa. Y el resultado puede ser mucho peor. Hay que dar información, la mayor cantidad y calidad posible, sin ambigüedades que puedan despertar dudas o escepticismo.
- Buscar nuevos referentes. El paradigma de los referentes ha cambiado. Los líderes de opinión son distintos y a esos tienen que apuntar las marcas. Desde bloggers hasta celebrities, pasando por personas comunes, los referentes de hoy basan su auge en la demostración de honestidad. Allí hay que estar presente.
- Tiempo, tiempo, tiempo. Las compras se hacen en minutos. Nadie tiene la posibilidad de dedicarle demasiado a eso. Por esto, quien logre agilizar el proceso de venta, sin perder calidad y calidez de atención, estará un paso adelante del resto. A los “smart shopper” de hoy se los atiende con ventas precisas, rápidas y ágiles.
- Una compañía “a lo Twitter”. Las empresas que sean eficientes y pragmáticas lograrán sobrevivir. Compañías que “en 140 caracteres” sinteticen su forma de entender los negocios serán las que gasten menos (dinero y energía) y vendan más, optimizando sus ganancias. Los grandes “dinosaurios” desaparecieron porque no se pudieron adaptar al contexto, lo mismo para las compañías que no entiendan que los negocios de hoy son un “#hashtag”.
Se habla de macrotendencias, de guías que han comenzado a activarse en el último tiempo y que seguirán en vigencia en los próximos meses.
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