El presidente y fundador del Foro Económico Mundial, Kllaus Schwab, definió el tĆ©rmino āCuarta Revolución Industrialā como un cambio caracterizado por āuna fusión de tecnologĆas que difumina las lĆneas entre las esferas fĆsicas, digitales y biológicasā, escenario que propone para las empresas y lĆderes del sector empresarial nuevos retos y oportunidades.
Las innovaciones tecnológicas estÔn cambiando la manera en la que nos comunicamos y nos relacionamos con el contexto que nos rodea, situación que no es ajena a los procesos de generación de nuevos negocios.
En este sentido, una de las grandes preocupaciones de las organizaciones alrededor del mundo es adaptarse a esta nueva realidad digital, y aunque los avances en la materia son considerables, lo cierto es que llegar a buen término en este sentido resulta complejo si consideramos la rapidez con la se mueven los avances tecnológicos.
Las estimaciones mundiales sobre coeficiente digital de las empresas publicadas por PwC, indican que a nivel global las organizaciones alcanzan un grado de digitalización promedio ubicado en 77.2 puntos dentro de una escala de 100.
En el caso de América Latina, de acuerdo con los hallazgos del Centro para la Transformación Digital (gA), aunque el 75 por ciento de las empresas cuenta con alguna estrategia digital, su nivel promedio para implementarlas de forma efectiva apenas alcanza el 46 por ciento.
El 50 por ciento de los lĆderes empresariales afirman que las iniciativas en materia digital dentro de sus modelos de negocio operan de manera aislada, en lugar de ser eje en cada proceso de la compaƱĆa.
Cerrar la brecha es importante, toda vez que existen mercados con altos niveles de beneficio de cara a la revolución digital. A decir del reporte āReadiness for the Future of Production Report 2018ā elaborado por elĀ Foro Económico Mundial, MĆ©xico ocupa el lugar 22, dentro de una lista de 100, en el ranking de paĆses mejor preparados para beneficiarse de la digitalización gracias a la adopción tecnológica.
En esta lĆnea, compartimos cinco claves dictadas por el Foro Económico Mundial para capitalizar las oportunidades que ofrece la cuarta revolución industrial:
- Transforma los procesos con activos tecnológicos: Es necesario invertir en herramientas y recursos que optimicen los procesos. Evaluar a detalle la oferta en el mercado y obtener los recursos tecnológicos asà como digitales tanto necesario como adecuados para cumplir los objetivos de negocio de cada organización es crucial para el éxito.
- Explora, prueba y capitalizar las tendencias: Avances como el Internet de las Cosas (IoT), realidad aumentada y virtual asĆ como a inteligencia artificial tienen interesante potencial en Ć”reas como marketing, atención al cliente e incluso producción. Explorar bajo la norma de prueba y error siguiendo un esquema asimĆ©trico de adopción estas tecnologĆas puede derivar en desarrollar valores de diferenciación con la competencia.
- Evangeliza al interior: La transformación digital nunca podrĆ” ser una realidad si la compaƱĆa no vive este proceso de la mano de sus colaboradores. Es nefario promover y capacitar a la plantilla laboral para que los trabajadores sean agentes de cambio y de innovación para transformar de manera sustancial y representativa los procesos.
- De conocimiento digital a activo estratégico: Una ventaja serÔ contar con talento humano con las competencia digitales necesarias para responder a los retos actuales. Estas capacidades deberÔn no sólo capitalizarse, sino cultivarse y desarrollarse para que cada empleado con estos conocimiento se convierta en un activo estratégico de cambio.
- Enfoque holĆstico para presentar propuestas: Los tiempos en los que Ć”reas de competencia como la comunicación de marca, fuerza de venta y desarrollo de producto se manejaban de manera aislada deben terminar. De igual manera, el pensamiento que divide los esfuerzos online de los offline estĆ” destinado a desaparecer. Integración y pensamiento holistico son clave para adaptarse a la cuarta revolución industrial.