Ryanair
Red hot fares & crew (“Tarifas y tripulación calientes”) fue el título de la campaña lanzada por la aerolínea británica a inicios del año, que fue difundida a nviel nacional en los periódicos The Guardian, Daily Telegraph y The Independent. El doble sentido de su eslogan, acompañado del uso de mujeres sensuales en traje de baño, ocasionó que los usuarios catalogaran la campaña de “sexista” y “de mal gusto”.
En su momento, Ryanair argumentó que las mujeres que ahí aparecen son azafatas de la compañía que aceptaron posar sexy de manera voluntaria y, por lo tanto, no fueron utilizadas como objetos de una campaña sexista. Sin embargo, tras recibir varias quejas, la Advertising Standards Authority (ASA) -organismo que regula la publicidad en Reino Unido- optó por censurarla.