Internacional.- No cabe duda que gran parte del éxito de cualquier franquicia deportiva se encuentra cimentado en los títulos y trofeos que ésta logra conseguir, de tal modo tenemos equipos como Real Madrid, Chivas o Yankees de Nueva York; por el lado contrario, una franquicia perdedora eventualmente pierde el interés de todo el mundo, incluido su dueño. Tal es el caso de la escudería Caterham de Fórmula Uno.
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Este miércoles el empresario malayo Tony Fernandes, propietario del equipo, decidió vender la escudería como producto de los pobres resultados conseguidos por Caterham, no sólo a lo largo de la actual temporada, sino de toda su historia, pues pese a estar viviendo su quinta temporada dentro del serial aún no ha podido conseguir un sólo punto, situación que ha terminado por colmar la paciencia de Fernandes.
De momento el equipo mantendrá el nombre de Caterham F1 Team, aunque no se descarta un eventual cambio en la denominación del equipo que no ha podido puntuar en casi un lustro.
Fernandes, quien es además dueño de la aerolínea Air Asia así como del Queens Park Rangers de la Premier League inglesa, cedió todos los derechos del equipo a un consorcio conformado por inversores suizos y de Medio Oriente.
Cabe destacar que la venta del equipo era un tema recurrente en la mente del empresario malayo, quien con anterioridad expresó que, “Si no estamos compitiendo tenemos que examinar detenidamente nuestra participación y preguntarnos ¿tiene sentido esto? Nada está escrito en piedra, pero después de 5 años sin un punto se termina la paciencia, el dinero y la motivación”.