Por Daniel López Casarín
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Tiger Woods comenzó a jugar golf a los 2 años de edad. Antes de cumplir 20, conquistó tres US Open Amateurs lo que lo convirtió en el joven maravilla del golf. En el año de 1996 se convirtió en profesional y en solamente tres meses consiguió alzarse con 2 torneos profesionales. Un año después paralizó al mundo del golf al ganar el Masters de Augusta National, convirtiéndose en el jugador más joven en la historia del deporte en ganar un major con sólo 21 años de edad.
Así comenzó la historia del primer deportista en llegar a los mil millones de dólares. Woods fue un éxito instantáneo. Las marcas lo asediaron y las victorias no se detuvieron.
La influencia de Tiger en el golf fue tal, que él solo ocasionó un incremento extraordinario en los ratings del deporte y por ende en las ganancias de los profesionales. Cuando Woods obtuvo su primer major en 1997 la bolsa fue de 486 mil dólares. Ocho años después el mismo torneo le daba un premio de 1 millón 260 mil dólares.
Sin embargo, lo que aparentó ser una de las historias más impresionantes de éxitos deportivos y alianzas comerciales con un futuro eterno, llegó a su fin de golpe. Lo que en un principio parecía solamente ser un punto negativo, se ha convertido en una verdadera catástrofe para Tiger Woods. La mayoría de las marcas lo abandonaron casi inmediatamente y su tan venerada imagen y aura de triunfo que duró por 15 años, han sido severamente empañados por los problemas sociales de su infidelidad, llegando al punto que ningún patrocinador o atleta desea y prevé, el cual es una severa baja en su rendimiento deportivo.
Tan afectada está la imagen y tan malos son los resultados deportivos hoy en día de Woods, que ya es considerado como un riesgo de inversión para los patrocinadores.
Dada la relevancia y la profundidad del “caso Woods” tendré que separarlo en diferentes columnas para poder comparar, interpretar y asimilar la magnitud del caos provocado por el otrora número uno y “Tiger” del golf.
Comenzaré por mencionar algunas de las reacciones inmediatas de sus patrocinadores y alianzas mercadológicas:
1.- La revista más importante del golf, Golf Digest, con una circulación de 1.65 millones de ejemplares, decidió poner fin a una relación laboral de 13 años.
2.- Nike perdió 105 mil clientes de pelotas de golf en los seis meses siguientes al escándalo de adulterio.
3.- Así como Tiger puso en el mapa del deporte, al golf, él fue causante de una baja escalofriante de practicantes e ingresos, pues algunas personas simplemente dejaron de jugar ocasionando una caída de 7.5 millones de dólares en ganancias a los productores de pelotas de golf.
4.- Sports Illustrated calculó que en 2009 la pérdida en patrocinios de Tiger Woods fueron 22 millones de dólares. Ese mismo año estaba a punto de ser nombrado por décima ocasión consecutiva Jugador PGA del año.
5.- Gatorade terminó el contrato de 5 años por 100 millones de dólares que tenían.
Woods contaba con una impresionante lista de patrocinadores, los cuales lo abandonaron en un abrir y cerrar de ojos, que incluía marcas tales como: Gatorade, American Express, Asahi, General Mills –Wheaties–, Golf Digest, Rolex, Gillette, Accenture, Tag Heuer, AT&T, EA Sports, NetJets, Upper Deck, TLC Laser Eye Centers y Buick.
Para ser claros, la cifra exacta de ingresos reportados en 2008 exclusivamente por patrocinios fue de 128 millones de dólares.
Solamente dos de sus patrocinadores más importante creyeron en él y se mantuvieron a su lado, Nike y EA Sports. De estas uniones y el hecho de como han mutado en su relación, hablaremos en la siguiente columna.