La fabricación de productos nacionales requiere de materias primas provenientes de Estados Unidos porque no se fabrican en nuestro país debido a la falta de los materiales en cuestión, de infraestructura o de la tecnología para elaborarlos.
El Departamento de Comercio de Estados Unidos reveló que el 40 por ciento de las partes de un producto de fabricación mexicana se originan en Estados Unidos. El montaje del producto ocurre en las zonas fronterizas, como los autos, las autopartes, para reducir los costos de fabricación.
En una entrevista con CNN Money, el líder del consejo nacional de comercio de la Casa Blanca, Peter Navarro, precisó que los productos mexicanos que se venden en nuestro país o que se exportan “tienen rojo, blanco y azul” en sus contenidos.
De acuerdo con Navarro, dicha proporción y acciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afecta el “núcleo” de cómo funciona el libre comercio, lo cual deja a México “susceptible” ante Estados Unidos, pues en ambos países fluyen las cadenas de suministro.
Para el Departamento del Comercio de Estados Unidos, las fronteras reducen los costos de producción, y ejemplificó que antes que un auto llegue a una concesionaria local, sus autopartes ya cruzaron la fronteras del sur y del norte varias veces.
Según el Departamento de Comercio, la proveeduría y las cadenas de suministro emplean a 6 millones de estadounidenses, por lo que si Trump impone aranceles a productos mexicanos que ingresan a Estados Unidos, se perderían empleos en México, Canadá y el país del norte.