¿Te cuestionas a menudo si estás llevando tu vida por el camino por el que quisieras ir? ¿Te miras al espejo por la mañana y no sabes si estás tomando decisiones correctas en tu vida? ¿Sientes que todo el esfuerzo y la entrega que inviertes en hacer las cosas no parece tener resultado?
Hasta cierto punto todos nos hemos preguntado en algún momento si lo que estamos haciendo en nuestro día a día va a conducirnos a donde quisiéramos llegar o estar. Quizá no nos hemos percatado de pequeñas cosas que hemos aprendido en el camino y que nos hacen ser personas mas maduras, conscientes, congruentes y exitosas.
Resulta complicado poder definir el indicador de éxito para todas las personas pues cada uno de nosotros debe de medirlo de acuerdo a diferentes parámetros.
Para efectos de este artículo definiremos al éxito como aquella acción que nos conduce a un resultado que nos hace sentirnos plenos y felices.
A continuación 4 señales de que estás teniendo éxito en tu vida profesional y personal:
1. No te preocupa tanto lo que otros piensen de ti: Estás seguro de quien eres, has recorrido un camino que te ha llevado a ser lo que hoy eres y has tenido la oportunidad de reinventarte constantemente. Te haces responsable de tus decisiones y tus acciones con la cabeza en alto y no permites que nada ni nadie dañe tu dignidad y tu integridad. Eres firme, congruente y honesto contigo mismo y con los demás. No eres víctima de nada ni de nadie. Eres mucho mas selectivo a la hora de elegir con quien relacionarte, has dejado atrás aquellas relaciones (personas) que te hacen sentir mal o que te hacen daño y estás muy consciente de lo importante que es mantenerte alejado de personas conflictivas.
2. Te mantienes ecuánime y sereno en situaciones difíciles: Has aprendido a controlar tus impulsos. Sabes que reaccionar mientras estás enojado no tendrá buenos resultados. (Por ejemplo: Tomas un tiempo para contestar un mail cuando estás verdaderamente molesto o esperas unas horas/días para hablar con aquella persona con la que tuviste un enfrentamiento) Has aprendido a mantenerte ecuánime y sereno cuando la situación así lo amerita. Reconoces que es mejor elegir tus batallas a andar por la vida con los nervios de punta desgastando tu energía en trivialidades.
3. Estás orgulloso de tus pequeños y grandes logros: A pesar de los obstáculos, los malos ratos, los tiempos difíciles, te das cuenta que has logrado cumplir algunos sueños o metas que te habías propuesto. Aquello que alguna vez soñaste puede que ya se haya cumplido o que esté pronto a cumplirse, y eso te hace sentir orgulloso de ti mismo. Quizá hoy te asombras de tu fortaleza, de tu capacidad de entrega a un proyecto/sueño, de tu perseverancia, de tu madurez, y eso es un buen motivo para sentirse feliz y exitoso.
4. Reconoces la importancia del equilibrio en tu vida: Quizá este punto es para muchos uno de los mas complejos y difíciles de llevar a cabo. Y es que, puedes tener mucho éxito en tu trabajo, ser una persona con un muy buen sueldo, que ha logrado hacerse de gran cantidad de bienes materiales pero en el fondo sentirte vacía y sola. De nada sirve tener éxito en un solo aspecto cuando tenemos plenamente descuidados los otros. Es sumamente importante priorizar y darle su justo valor/tiempo a aquello que realmente nos importa en la vida. Identifica que aspectos requieren de tu atención en estos momentos y pon manos a la obra.
Albert Einstein decía: “Intenta no volverte un hombre de éxito, sino un hombre de valor” yo digo que no importa la cantidad de éxito que podamos tener en algunas cosas si no somos capaces de convertirnos en personas que impacten y dejen una huella en las personas que están a nuestro alrededor, y que ningún éxito en la vida vale la pena si no hay con quien compartirlo, disfrutarlo y valorarlo.
Besos azules
