Muchos hablan sobre cómo Snapchat está cambiando las reglas del marketing digital o de la efectividad de Vine o Periscope para las marcas, pero cuando te decides a implementar las nuevas plataformas en tus estrategias de comunicación te topas con que no les entiendes. Te decimos cuatro razones por las que pasa esto.
No se trata de likes
Las redes sociales como Facebook, Twitter e Instagram convirtieron el Like en parte de la cultura digital. Cuando alguien publica algo espera likes y quienes lo ven muestran su aprobación con estrellas o corazones. En Snapchat no hay likes, se trata de crear, compartir y ver contenido, nada más.
Son 100 por ciento entretenimiento
Durante años recientes muchos han utilizado Twitter como herramienta de comunicación “seria”, algunos usuarios presumen que es lo mejor que le ha pasado al periodismo o las luchas sociales. Pero en Snapchat o Vine, al igual que con los gif animados, casi la totalidad del contenido es superficial o busca ganar la risa fácil. Aquí la excepción es Periscope, que ha funcionado para documentar problemas, aunque casi siempre con una calidad de imagen lamentable.
Tienen una narrativa distinta
En lugar de un post con una foto o un tweet con menos de 140 caracteres, las nuevas plataformas son muy visuales. Videos cortos, desde 1 a 15 segundos, en los que los usuarios cuentan algo interesante o completamente superfluo. Contar una historia en un Vine o hacer un story en Snapchat no es sencillo y requiere, primero que todo, olvidar las reglas de las otras redes sociales.
No tienes claro el target del servicio
Una de las principales características de la gran mayoría de los usuarios de las apps como Snapchat es que son adolescentes, no son millennials sino que forman parte de la generación Z. Como ocurre siempre, los jóvenes son “incomprendidos”, esto porque se comunican de forma distinta. Todo esto puede ser una limitante para quienes quieren utilizar las nuevas herramientas pero estas no son usadas por su target.