México.- De acuerdo con la Profeco, las promociones son prácticas comerciales en el ofrecimiento al público de bienes o servicios. Pueden ofrecer productos gratis, contenido adicional a un menor precio o la participación en sorteos. Pero no todas las promociones son exitosas, te decimos cuatro razones.
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Están mal dirigidas
Antes de realizar cualquier promoción debes tener el mayor conocimiento posible sobre las preferencias de tus clientes y los consumidores del tipo de producto o servicio que ofreces. Debes tener en la mira a un público específico y por lo tanto la estrategia de comunicación debe tener una dirección y tomar en cuenta tanto las palabras que se utilizan como los medios a través de los cuales se comunicará la promoción.
No son atractivas
Casi todas los negocios dedicados a la venta hacen promociones, las cásicas son los descuentos de un porcentaje o el regalo de un producto en la compra de otro. Pero el reto es hacer que la promoción resulte atractiva para los consumidores, que estos la consideren como una oportunidad y, especialmente, un ahorro.
Nadie las conoce
A veces el problema de una promoción es que los clientes nunca se enteran de que existe. Asegúrate de que los clientes sepan de la promoción, esto puede ser a través de medios tradicionales, anuncios impresos y las cuentas oficiales del negocio a través de redes sociales.
No aportan un ahorro real
Es común ver en internet fotografías que la gente toma en supermercados donde hay promociones que causan burlas porque presumen ahorros ridículos, a veces de uno o dos pesos en productos con valor de cien, por ejemplo. Es por eso que la promoción debe ser convincente para que los clientes no sientan que quieren burlarse de su inteligencia.