Las elecciones intermedias son una prueba política para Donald Trump, quien aspira por un segundo termino.
Millones de estadounidenses votarán 435 representantes de la Cámara Baja, 34 senadores y 36 gobernadores que serán electos.
La retórica de Donald Trump, que propaga el miedo entre la sociedad de su país por una aparente crisis de seguridad nacional por las caravanas inmigrantes en su frontera sur.
Millones de estadounidenses elegirán a sus representantes en el Congreso y poco más de 30 gobernadores, unas elecciones intermedias que no sólo representan una prueba para el presidente Donald Trump, si no que además podría cambiar el color en la distribución del poder legislativo.
Los cargos votados serán los de 435 representantes de la Cámara Baja, 34 senadores y 36 gobernadores que serán electos, estos comicios, y lo que ocurre alrededor de ellos, constituyen una especie de referéndum para evaluar a la administración de Donald Trump –cuyo nivel de aprobación está en los 42 puntos porcentuales–.
El mensaje
Hay una gran importancia de estar atentos al liderazgo que puedan capitalizar los grupos latinos en el escenario político estadounidense, pese a que el voto latino no ha probado ser un bloque homogéneo o monolítico, sino más bien apegado a un perfil republicano favorecedor de los valores hacia la familia, trabajo y religión.
La retórica de Donald Trump, que propaga el miedo entre la sociedad de su país por una aparente crisis de seguridad nacional por las caravanas inmigrantes en su frontera sur, contrasta con la estrategia proselitista de los demócratas.
El Partido Demócrata ha dejado la disputa en materia inmigratoria a los medios de comunicación y al mismo liderazgo republicano en el Congreso.
Los candidatos clave
Texas, Nuevo México y Arizona, son los estados en los que los electores verán a candidatos latinos en la boleta de votación. Michelle Lujan-Grisham de Nuevo México, Lupe Valdez de Texas, y David García de Arizona.
No es coincidencia que en tres estados claves del sur del país, los electores hayan elegido a candidatos latinos en la contienda del mando ejecutivo estatal. Es más bien un indicador de que los electores no concuerdan con la política antilatina y antiinmigrante que parece estar a la orden del día.
Los electores pueden ver más allá del racismo y elegir a candidatas y candidatos que cuentan con plataformas que fomentarán el progreso del país y ayudarán a frenar la situación catastrófica en la que está a punto de hundirse.
Los mensajes de Trump y Obama
En unas elecciones tan apretadas, un voto puede hacer la diferencia entre una victoria demócrata o republicana y Barack Obama y Donald Trump lo saben. Por eso aprovecharon los últimos días de campaña para subir el tono y reprochar las políticas del otro.
“Esta elección decidirá si nos basamos en esta extraordinaria prosperidad que hemos creado”, dijo Trump el pasado domingo ante una multitud en Macon, Georgia, advirtiendo que los demócratas “llevarían una bola gigante de demolición a nuestra economía”, indicó.
Mientras Obama, rompió con la tradición que guardan los expresidentes de alejarse del terreno político después de su salida de la Casa Blanca, y volvió a hacer campaña en unas elecciones en donde “el carácter de nuestro país está en la papeleta electoral”, precisó el ex jefe de Estado.
Ambos visitaron estados con carreras muy apretadas, reuniendo a sus simpatizantes alrededor de las visiones de país que cada uno defiende. En unos comicios que se convirtieron en un plebiscito sobre Trump y su presidencia, el republicano se juega todas sus cartas para asegurarse un triunfo para él y su partido.
Las campañas
La labor fue titánica para el actual mandatario estadounidense, ya que celebró 11 mítines en seis días, en estados como Ohio, Indiana, Tennesse y Missouri, donde los republicanos tienen ventaja, la mayoría de la población es blanca y con ideas radicales en cuanto al tema de la inmigración.
Mientras hacía campaña en Georgia el pasado domingo, Trump instó a los votantes a “ver qué está avanzando una invasión”, haciendo referencia a la caravana. Además, insistió en que los demócratas alentaron el caos en las fronteras.