El fin de un año suele ser una excelente oportunidad para plantearnos nuevas metas, replantearnos las que ya teníamos y hacer una evaluación de lo que hicimos bien y mal en los últimos 12 meses.
Los propósitos de año son un método de autocrítica que nos permite darnos cuenta de nuestras fortalezas y debilidades para hacer pequeños o considerables cambios que nos ayudan a acercarnos a esa versión nuestra que siempre hemos perseguido, sin embargo, esto no tiene por qué limitarse al ámbito personal. Si tenemos un negocio o empresa, independientemente de su tamaño, también podemos sacar lápiz y papel y formular una razonable lista de las áreas de oportunidad que podemos atacar a partir de enero.
Las siguientes son sólo algunas metas que te sugiero que incluyas en su lista de propósitos de año nuevo para tu empresa:
Mejorar la productividad: tanto en cada área de tu empresa como en los trabajadores clave, debes hacer un ejercicio de evaluación que te ayude a detectar qué es lo que suele retrasar la maravillosa maquinaria que compone tu organización. Acércate a cada foco que pudiera realizar mejoras en sus procesos y ofréceles tu ayuda. Así comenzarás a ver mejoras al corto y mediano plazo. A finales del año que está entrando realiza una nueva evaluación y descubre si los cambios que realizaste fueron adecuados, si esto ocurre, dales continuidad.
Cerrar círculos: el inicio de un nuevo año es el parteaguas ideal para dejar los números en orden, por eso, un buen propósito empresarial de fin de año es iniciar unas finanzas lo más saludables posibles y una contabilidad ordenada, así dejaras un terreno preparado para un año lleno de éxitos.
Fomentar el ánimo de tus empleados: la parte básica de tu empresa y quizá el activo más importante debe de gozar de bienestar y estabilidad. Si en el último año has detectado que tu plantilla se muestra descontenta y por lo mismo, poco productiva, puedes plantearte como objetivo de año nuevo el fomentar un ambiente de motivación con el que se asuman como tus aliados y se sientan contentos de formar parte de un equipo grande y poderoso. Un propósito como este que logres de forma creativa puede ser una de las llaves del éxito para tu negocio.
Evaluar tu cartera de clientes: aunque muchas veces el evaluar a tus clientes no es opción, pues obviamente una cartera más grande conlleva más movimiento e ingresos en tu empresa, nunca está de más aprovechar el fin de un año y el comienzo de otro para preguntarte si la totalidad de tus clientes está siendo positiva para tus objetivos. Medidas radicales como decidir disponer de alguno o alguno de ellos puede ser un paso audaz que te ayudará a continuar con el desarrollo de tus objetivos a partir del primer trimestre del año que viene.