Si bien escribir rápido no lo es todo en la productividad, ayuda en gran medida a liberar lapsos.
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La gran mayoría de los trabajos de oficina requieren una enorme inversión de tiempo capturando datos. No se requiere ser escritor o periodista, simplemente las ideas también se plasman en la computadora.
Es por ello que existen métodos para eficientar este paso en la vida de los profesionales. Si bien escribir rápido no lo es todo en la productividad, ayuda en gran medida a liberar lapsos que pueden ser aprovechados por los profesionales en otras actividades.
Reloj. Establecer un lapso determinado en el que debas concluir el avance de un proyecto o un texto completo es básico para que avances con velocidad sin descuidar la calidad de lo que realices. Por ejemplo,”en 30 minutos debo concluir una cuartilla de contenido”.
Curso. Antes de escribir hay que saber leey y rápido para ahorrar tiempo. Se considera que la velocidad de lectura media está entre unas 200 y 300 palabras por minuto, pero para cada persona puede ser diferente. Existen métodos como Progrentis, para entrenar a los ojos para que realicen movimientos más fluidos al leer y que no se distraigan tanto en los puntos de fijación. Así el lector entiende lo que lee de forma más rápida.
Análisis. Escribir rápido no implica que no se deba revisar y editar el texto, por el contrario, en el afán de ser veloces pueden aparecer errores, por lo menos mientras quien escribe se adapta a la velocidad, por ello hay que destinar un lapso de evaluación.
Descanso. Un consejo de algunos expertos es destinar un lapso de 25 minutos a escribir y cinco para relajarse, esto ayudará a evitar el fastidio y terminar por desistir de las tareas.