Una mala gestión de talento es una consecuencia compartida entre el empleador y los integrantes de la empresa, ¿qué hacer para mejorar la parte que te corresponde?
Un interesante estudio conducido por la firma BVA encontró en Francia, que el mayor porcentaje de empleados que experimentaba estrés en el trabajo durante este 2019 es el que tenía entre 40 y 49 años, seguido del que tiene entre 30 y 39 años y un tercer grupo de entre 15 y 29 años.
La diferencia entre estos tres grupos para saber quién experimentaba mayor estrés en el trabajo no superó los 10 puntos porcentuales, por lo que el estado de estrés es un tema común en personas de todas edades que laboran.
Para poder reducir el estrés que se vive en los espacios de trabajo estos son al menos cuatro malos hábitos que debes eliminar, para que mejores los resultados en el lugar donde trabajas.
Decir que sí a todo
Decir que sí a todo es malo cuando acumulas diversas responsabilidades que no estás cumpliendo por tu falta de disciplina. La disciplina es fundamental porque le da organización y sentido a tu trabajo diario.
Cuando tienes organización y le das sentido a tu trabajo diario eres consciente de cuál es el número de actividades que puedes realizar en tu día y poder establecer objetivos reales de la cantidad de actividades que puedes llevar a cabo y del alcance que tienes en determinadas actividades, sobre todo ahora que las agendas al interior de las organizaciones cambian de manera imprevista, estableciendo nuevos objetivos espontáneos.
Olvidar la razón por la que trabajas
Todo trabajo es parte de una estrategia de tu propia gestión de talento. ¿Por qué estoy en este empleo? ¿Hacia dónde me dirijo a través de este empleo? son algunas de las preguntas clave que debes responderte para poder darle valor a tu trabajo y romper con esa visión de que tu empleo es un desgaste de energía.
Tener un motivo te da una hoja de ruta que convierte a tu empleo en parte de una estrategia de gestión de talento personal y te da la oportunidad de cumplir con los resultados en la empresa y de poder aprovechar esta experiencia a favor de la meta que tienes planeada.
No checar tu salud
Tu organismo es tu herramienta de trabajo y necesitas adoptar una cultura médica de constante revisión para mantener su desempeño óptimo y evitar que simples revisiones se conviertan en desgastantes procesos de atención médica que te incapacitan de trabajar.
Hasta un 32 por ciento de empleados de entre 15 y 29 años dijo que es regular la sensación de estrés en sus vidas, segú un estudio proyectado por Statista.
No hacer equipo
Hacer equipo no solo es necesario para fortalecer los objetivos que te plantean dentro de tu empleo, también es una excelente recomendación para la gestión de talento y poder aprovechar los talentos del resto de equipo en el que te encuentras.
Hoy en día se hace indispensable el trabajo en equipo pues cuando se logra, se pueden llevar a cabo dinámicas probadas de trabajo, de esta forma lo que parecían malos episodios laborales por tu falta de disposición a trabajar en equipo, se vuelven un problema al que tu marca personal debe encontrarse adaptada.
Sin lugar a dudas es fundamental el trabajo de los equipos y cómo a través de estas fuentes un estudio puedes mejorar los resultados que entregas en tu trabajo.
