Nadie, en serio, nadie dijo que ser líder es tarea fácil, es de hecho, una labor mucho más difícil de lo que pudiese parecer.
Seguramente hoy tienes muy claro lo que un líder debe ser, cómo debe actuar y qué cualidades debería tener para poder llevar a su equipo de trabajo, a su empresa al lugar en donde quiere que estén. Sabemos que un líder necesita tener determinación, convicción, confianza, voluntad, poder de convocatoria, y bueno, no terminaríamos, pero de repente, se nos olvida que también hay una serie de cosas que en definitiva si quieres ser un mejor líder (o en su defecto comenzar a serlo) NO puedes hacer.
Es por ello que me di a la tarea de enlistarte 4 errores más comunes (y no por poco garrafales) que los líderes comenten (y no te preocupes que también enlisto la solución a esos problemillas)
Aquí la lista:
1.- Actitud Impositiva
Sí, ese es el error más común. La imposición pareciera que es una actitud “natural” (y no por ello, deja de ser irritante para los subordinados). En una organización puede verse como: abuso de autoridad, no entregar el mando, tomar decisiones egoístas, no delegar (o delegar de manera ineficiente), no escuchar a otros.
¿Qué podemos hacer para evitar las actitudes del modelo impositivo del liderato?
En definitiva:
- Incluir las características de la organización “horizontal”, hay que mantenernos a un lado de nuestra “tropa”, no observado desde lo alto.
- Ser democráticos: siempre, siempre escuchar a nuestra gente.
- Dirección participativa.
2.- No enfocarse en la gente
Cuanto más alto sea el puesto del líder, la gente debe ser lo más importante. ¿Cómo saber si no nos estamos enfocando en la gente?, muy fácil, seguramente escuchas frases como: “prefiero estar solo para terminar mi trabajo”, o “tu propuesta suena interesante, pero ahora no tengo tiempo, mándasela a mi secretaria por mail”, “no puedo recibir a nadie, estoy trabajando”. Pareciera que el trabajo o que los resultados observables, son mucho más importante que una conversación con tu gente.
¿Qué podemos hacer?
- Revitaliza a tu gente con un gesto de aprobación.
- No subestimes el poder que tiene una expresión de amabilidad.
- Recuerda que las palabras de aprobación no perduran, necesitan ser repetidas.
3.- Decisiones dictatoriales
Qué fácil es perder de vista que es imposible aprender algo nuevo, crecer en carácter hasta que permitimos algo que esté en desacuerdo con lo que nosotros pensamos.
¿Qué podemos hacer?
- Deja que las decisiones se tomen en los niveles correspondientes.
- Involucra a otros.
- Dale espacio a tus subalternos.
4.- No delegar
No hay cosa más frustrante para los trabajadores, que deleguemos algo con muchas condiciones o sin las instrucciones necesarias para ejercer la tarea de manera eficiente. ¿Por qué no delegan?, temor a perder su autoridad, a que el trabajo se haga mejor, a terminar dependiendo de otros, etc., etc. ¡mentira! Delegar y saber cómo hacerlo es parte fundamental de un líder.
¿Qué podemos hacer?
- Muestra confianza en tus trabajadores, en tu gente.
- Especifica claramente sus labores (eso no significa que les digamos cómo hacer su trabajo)
- Supervisa que suceda.
- Ten siempre a la vista, que pueden fallar, y dales esa oportunidad.
En definitiva no podemos cambiar algo dentro de nuestra empresa (o de nuestra vida personal) sin antes haberlo detectado, el segundo paso es admitirlo, seguido de un esfuerzo por corregir. ¡Hay cosas que podemos hacer mejor!
