México.- En orden de posicionar una marca y atraer consumidores, debemos hacer una campaña publicitaria que se destaque, que sea consistente y que llame la atención de potenciales clientes mientras mantiene enganchados a los que ya tenemos. Para que esto suceda hay que evitar algunas cosas que, a veces, provocan desastres en nuestro rendimiento.
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Problemas con el producto
Hay dos tipos de error en lo que a productos se refieren. Por un lado, está el no conocer el producto lo suficiente como para saber separar sus características de sus beneficios, siendo que lo segundo es en lo que debemos enfocarnos más. Por el otro lado, está el encariñarse demasiado con él y con cada una de sus pequeñas características, lo que a largo plazo te impedirá pensar “fuera de la caja” para ser creativo en tus estrategias.
Crear ads distintos para distintos medios
Una buen ad debe funcionar a muchos niveles, por ende, puedes ser capaz de diseñar para distintos medios sobre la base de uno solo. Debes mantener un seguimiento en toda tu campaña aunque la abordes desde distintos lugares, pues eso es vital para el reconocimiento de tu audiencia, no te identificarán igual si usas distintos conceptos, colores e ideas para cada cosa. Crea una campaña lo suficientemente creativa para que sea homogénea.
Ir directamente a lo grande
No tomar en cuenta espacios como blogs especializados, revistas electrónicas, espacios en la radio y panfletos. Pensar solamente en espectaculares, publicidad en televisión y otros medios grandes podría hacerte perder oportunidades, no pierdas de vista los lugares pequeños, pero asegúrate de monitorearlos y conocer sus estadísticas para saber que funcionan o que siguen vigentes.
No analizar lo que funciona en tus campañas y lo que no
No poner atención a lo que sucede después con tus campañas te impedirá mejorar de cara al futuro e ir conociendo las necesidades de los clientes. Tienes que aprender a usar herramientas de análisis, no sólo es problema de la empresa, eso en orden de poder mejorar tu trabajo y entender cómo se comporta el consumidor, que a fin de cuentas es a quien siempre te vas a dirigir.