La competencia está presente en todos los momentos y etapas de un negocio. Cada emprendimiento desde los primeras etapas requiere enfocarse en construir una propuesta de valor y oferta que permita diferenciarse de las otras compañías que pueden ofrecer un producto o servicio similar y algo muy importante, hacerse notar, verse llamativo, atractivo para los clientes, colaboradores y aliados.
El branding, conocido también como la gestión de marca, es considerado como el ADN de la empresa o del emprendedor y abarca todos aquellos elementos, tangibles e intangibles que hacen posible identificar su negocio, y estos incluyen los elementos visuales, metodologías de trabajo, política de empresa, productos o servicios. Es un concepto general y trasversal a todo el modelo de negocio, que requiere ser aplicado a cada momento, etapa y área de la empresa.
Tener presencia en redes sociales, contar con un buen plan de comunicación, realizar campañas de publicidad, además del logotipo de la compañía y una apariencia modernizada, son algunos de los puntos clave del marketing actual que toda empresa debe seguir si quiere para mantener y consolidar su puesto en el competitivo mercado.
Más allá de las exigencias y preferencias de los usuarios, el branding se ha convertido en una acción primordial para desarrollar y gestionar una marca y aunque sea probable que nunca tengas el control completo sobre cómo se percibirá tu negocio, lo que sí es muy importante, es que tu marca tenga desde el principio una identidad fuerte y coherente que le asegure el protagonismo a tu empresa y le permita convertirla en líder del mercado.
Crear un proyecto de branding desde cero tiene una serie de implicaciones en el que se debe tener en cuenta diferentes elementos que afectan completamente al propio negocio. Abordar la construcción de la marca de manera consciente y con una estrategia bien definida tendrá un gran impacto sobre el éxito de la empresa.
La marca es el intangible más importante de la empresa, de manera tal que el branding es una manera de gestionar y planificar una marca. Pero algunos se preguntarán ¿Por qué es importante gestionarla? La respuesta en realidad es muy sencilla e importante: porque es la queda en la mente de los consumidores cuando ya se han consumido o utilizado los productos. Es esa huella indeleble que queda en la cabeza de los clientes, que es inconfundible, y memorable, que hace que volvamos a consumir una y otra vez los productos que vendemos gracias a la diferenciación que hacemos con respecto a nuestros competidores y porque en realidad dice todo de quiénes somos, cómo nos vemos, qué colores usamos, si somos serios o relajados y mucho más.
De acuerdo con el estudio realizado por Brand Finance Latam en 2021, las marcas que más aportan en valor al ranking en América Latina pertenecen a Banca (25%, 21 marcas), Cervezas (18%, 12 marcas), Retail (13%, 17 marcas), Petróleo y Gas (12%, 6 marcas) y Telecomunicaciones (10%, 8 marcas). El resto de las marcas del ranking pertenecen a los sectores Alimentación, Minería, Ingeniería y Construcción, Bebidas Espirituosas y Cosmética y Cuidado Personal fundamentalmente.
A continuación, revisaremos los 4 elementos del branding que te servirán como base para diseñar una estrategia de marca consistente.
01. Nombre de marca o naming: Comprende todo el ejercicio creativo para dotar de un nombre a una marca, lo que es sin lugar a dudas, uno de los elementos más importantes de un proyecto de la construcción de la imagen. Este se tratará del sello en la identidad, lo que en realidad la define y lo que va a utilizar el marcado para referirse al proyecto. Por lo tanto, este debe representar a la propia compañía a largo plazo en sus diferentes aspectos como la personalidad, los valores y la imagen que quiera transmitir. Esta sola acción puede hacer que una marca logre el éxito o, por el contrario, destinarla al fracaso.
02. Propósito: Cuando hablamos de establecer un propósito para tu marca, se trata de poder crear un camino para hablar con tus consumidores de manera más cercana y no con la intención exclusiva de la venta. El brand positioning como también se le conoce, se consigue a través de las acciones que se realizan hacia los grupos de interés y también al interior de la compañía. Aquí es importante estar alineados con el cómo queremos que los consumidores nos vean, lo que incluye tanto a los empleados como a los productos de la marca.
03. Identidad corporativa: La identidad corporativa se considera como otro de los factores clave que se refiere a la representación visual de una marca. Hablar de identidad corporativa es hablar de diseño, logotipo, tipografía, colores y, en general, de cualquier elemento gráfico que forme parte del universo visual de la marca. Trabajar en este tipo de elementos está indicado no solo para grandes corporaciones, sino también para todos los negocios sin importar su tamaño y debe ser parte de la estrategia de la compañía desde su creación.
04. Lealtad: Cuando hablamos de lealtad hacia una marca siempre se hace presente el factor emocional del consumidor y estos vínculos están ligados a los beneficios funcionales del producto basados en experiencias previas, que hacen que se decida por una marca en concreto, aunque existan otras que ofrezcan productos similares. La idea de construir una marca alineada con nuestra historia, con nuestros valores y nuestra personalidad, es para poder hacerla conocida, deseada, y posicionarla por encima del resto.
Asumir una estrategia de branding de manera transversal ayuda a potenciar los valores de marca, a conectarse con los clientes, colaboradores y además define un carácter distintivo, sostenible en el tiempo y aplicable en los diferentes contextos donde tenga presencia el emprendimiento.