Puede que a muchos preocupe el excesivo uso que hacen niños y adolescentes de las pantallas y conexiones a internet, pero es que parece que el ejemplo que dan los adultos no ayuda. Así queda en evidencia en un estudio realizado por Norton en Europa y Oriente Próximo entre más de 7.000 padres con hijos de entre cinco y dieciséis años.

De hecho, un 56 por ciento de los padres participantes cree que invierte demasiado tiempo conectado a los distintos dispositivos online mientras que 41 por ciento de los progenitores ha sido reprendido al menos alguna vez por sus hijos debido al tiempo que pasan frente a sus teléfonos móviles o que lo hacen durante momentos inadecuados para ello.

Entre los hallazgos de este informe que recibe el nombre de ‘My first Device’ (Mi primer dispositivo), se ponen de manifiesto los retos a los que se enfrentan los padres cuando trata de utilizar este tipo de dispositivos, pero también cuando son los hijos quienes lo hacen y por supuesto las consecuencias que puede tener el ejemplo que se da con el propio comportamiento.

Destaca el que nos más jóvenes prefieren estar frente al teléfono móvil que comer dulces y que en promedio se invierten dos horas y media frente a estas pantallas, frente a las dos que pasan jugando en el exterior, siendo los de Reino Unido los que encabezan este ranking con 2 horas y 55 minutos, mientras que los niños españoles son los que más tiempo invierten en jugar fuera con 2 horas y 17 minutos, según los datos de este estudio.

Los padres…

En cuanto a los padres, en el caso español por ejemplo, un 71 por ciento considera que el que los niños tengan un teléfono móvil les ayuda a ser más responsables, pero por otro lado un 53 por ciento considera que estos dispositivos afectan la calidad del sueño, un 42 por ciento que son negativos para el nivel de energía y un 37 por ciento que también lo son para la salud mental.

Y si se trata de establecer una edad apropiada para tener el primer teléfono móvil, los expertos consideran que los doce es lo mínimo, pero en España la meda es a los 10 años, mientras que en países como Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí, la edad baja hasta los siete años.

Controlar el uso

Según los datos del estudio, a los padres les resulta difícil controlar la cantidad de horas que pasan sus hijos frente a estas pantallas además de dar un buen ejemplo. De hecho un 55 por ciento se muestra dispuesto a fijar limites, pero admite que no sabe como lograrlo.

Así mismo, los progenitores logran controlar mejor el tiempo que pasan sus hijos conectados, si se trata de los padres jóvenes (75 por ciento) y de los que tienen hijos menores (74 por ciento), en contraste con los padres de mayor edad (59 por ciento) y de quienes tienen hijos mayores (53 por ciento).