En el trabajo, vida personal o interacciones del día a día, existen comportamientos que pueden resultar ‘tóxicos’ y que logran alejar a quienes se encuentran alrededor, dañando con ello, relaciones y oportunidades profesionales. Conductas que seguramente en un momento otro, cualquiera puede tener, pero que de forma constante o repetitiva se pueden convertir en rechazo constante.
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Para evitar convertirse en un paria, es necesario reconocer esos comportamientos y poner en práctica las medidas necesarias actuar de forma más positiva con los demás (y con nosotros mismos), lo que a su vez contribuirá a tener más éxito tanto personal como profesionalmente.
Entre las conductas más tóxicas observadas por la consejera laboral, Kathy Carino, se encuentran:
1.- Tomarse todo ‘personalmente’
Para algunos puede resultar difícil, pero se debe evitar asumir que todo lo que dicen, hacen o dejan de hacer los demás, está dirigido o relacionado con nosotros.
Las personas se convierten en tóxicas cuando creen que todo es un agravio hacia ellas. Que todo sucede con una doble intención, siempre con ellas en el punto de mira. Pero la verdad es que el resto de la humanidad dice y hace muchas cosas que está más relacionados consigo mismos, que con los demás. Las reacciones de los demás vienen determinadas por muchos factores, como sus filtro personales, sus perspectivas, creencias y experiencias.
No significa que se deba ignorar el feedback que brindan los demás, pero si, que en muchas ocasiones asumir que lo que dicen o hacen los demás tiene el propósito de molestarnos o herirnos, es poco saludable emocionalmente y aún menos acertado. Es una regla muy útil, el evitar tomar las cosas personalmente.
2.- Obsesionarse con pensamientos negativos
Es difícil estar alrededor de gente que no puede o no quiere escapar a la negatividad. Aquellas personas que todo lo ven negativo y sólo hablan de acontecimientos desagradables, injustos o tristes. Se resisten a ver el lado positivo de la vida y con ello lo alejan aún más. Una cosa es ser pesimista por momentos y otra muy distinta que esa sea la actitud constante.
3.- Hacerse la víctima
Otro de los comportamientos de los que huye la gente, es el de quienes se victimizan constantemente. Malos momentos y circunstancias las tiene todo el mundo y allí si se debe presta apoyo a quien lo necesite. Pero aquellas personas que suelen mostrarse como que siempre son víctimas de las circunstancias, como si no tuviesen nunca el poder de hacer nada por mejorar algo, cansan a quienes les rodean. Vivir quejándose de las malas experiencias/situaciones, limita la capacidad de ver lo que aún se puede hacer y evita poner manos a la obra para encontrar el camino de superarlas.
4.- Falta de empatía
Esta conducta, que lleva a muchas personas a ser incapaces de ponerse en los zapatos del otro, es realmente tóxica y muy efectiva para alejar a la gente. Especialmente, porque a diario, muchos se apresuran a juzgar con dureza y crueldad a los demás, especialmente si el otro no se encuentra frente a ellos o no se conocen las circunstancias que rodean la situación.
Antes de ‘destruir’ desde el pedestal, el comportamiento o pensamiento del otro, ayuda tener algo de comprensión y empatía, que aunque no parezca probable en el momento la vida cambia con rapidez y mañana puede que se pase por lo mismo que hoy se critica tan duramente.
5.- Reacciones excesivas
La falta de control para el manejo de las emociones puede ser muy tóxico para los que se encuentran alrededor. Tener al lado al personas que constantemente estallan ante el menor de los contratiempos o problemas es agotador y estresante. Gritar o molestarse por el tráfico, un error del cajero o por la leche que ha derramado tu hijo es tóxico para los demás y a la larga para quien lo hace. No se trata de ser un autómata que todo lo acepte con placidez, pero los estallidos constantes pueden ser señal de que se necesita apoyo para entender las causas, más profundas, de tal irritabilidad.