Hacer más cosas en menos tiempo, tener mayor capacidad y enfoque en nuestras actividades, son algunos temas que despiertan el interés, tanto en el ámbito personal como profesional. Y, para el día a día, nuestro recurso más valioso es el tiempo.
Este, es la materia prima que invertimos en todo y para todo, desde trabajar, descansar e interactuar con otras personas, hasta trasladarnos de un lugar a otro, divertirnos o ir al baño. El tiempo es la “moneda de cambio” para nuestras vivencias en general, así que administrarlo y emplearlo adecuadamente debería estar definitivamente en el interés de cada uno de nosotros.
Evidentemente, la productividad se ha relacionado con temas principalmente profesionales. Sin embargo, ésta aplica también para el ámbito personal. Considera que ser productivos no es una “meta” a la cual se debe “llegar”, sino más bien el camino a través del cual llegas a las cosas que quieres para ti.
Hay caminos que son cortos, hay otros largos y hay algunos que no llegan a ningún lado. A continuación, quiero compartir 4 principios que pueden te ayudar a ser más productivo:
1. Organización y más organización
Si quieres “llegar a algún lugar”, lo primero que tienes que decidir es “a dónde quieres ir”. Así que todo comienza con definir qué hacer. Visualiza tu día y anota cada uno de los pendientes y actividades que deseas hacer. Evalúa la carga de actividad que te estás trazando. Recuerda que un exceso de actividades te generará estrés y te hará perder foco, mientras que tener actividades de menos, harán que caigas en el ocio y provocarán tu dispersión. Conforme vayas realizando las actividades que te propusiste para tu día, táchalas de tu lista. Cada tache que cuentes será una motivación para seguir adelante.
2. Priorizar y administrar el valor de tu tiempo
De todas las actividades que te propones, siempre habrá algunas más importantes que otras, unas críticas y otras pasajeras. Dale a cada una el lugar que le corresponde y asígnale momentos durante tu día. Además, considera que no cuentas con la misma energía durante todo el día, por lo que hay ciertas actividades que te favorecerá hacer al inicio de tu jornada, mientras que otras pueden esperar a momentos en los que no requieres de tu 100 por ciento de capacidad.
3. Divide proyectos en actividades pequeñas y “cumplibles”
Hay tareas que pueden tomar días o incluso semanas. En lugar de estar aplazando día con día la consecución de una sola tarea, puedes dividirla en múltiples actividades que podrás eliminar de tu “agenda” conforme vayas avanzando. El hecho de llevar la cuenta de varias actividades por día, te dará foco en la realización de tu proyecto y te permitirá medir tu productividad. Algo muy importante es que si no alcanzas acabas en el tiempo que pensaste, re-agéndalo o reagenda las cuestiones que moverás para terminar la tarea inconclusa.
4. Desarrolla y cumple una rutina
La productividad está directamente relacionada con el orden personal. La posibilidad de desarrollar una rutina y la intención de cumplirla cabalmente, te darán un sencillo mapa del camino que debes seguir para cumplir tus objetivos. Para esto, la disciplina aquí es el ingrediente principal. El problema es que ésta no puede ser comprada ni contagiada, sino que más bien hay que ejercitarla. Cuida los pequeños detalles y actividades y esfuérzate en cumplir cada uno de las actividades que te trazas al principio del día.
La gente productiva no sólo se define por la cantidad de actividades que realiza bien, sino por su capacidad para sincronizar todas sus tareas y perfilarlas hacia su objetivo “supremo”, jerarquizándolas por grado de importancia y administrándolas adecuadamente. ¿Qué tanta importancia crees que tiene la productividad hoy en día? ¿Para ti es igual de importante la productividad personal que la profesional? Participa en este espacio y sígueme en @carlosluer. ¡Nos vemos la próxima semana por aquí!