En realidad, ¿a quién le gustan los problemas? ¡Francamente a nadie! Estar frente a un problema, supone que las cosas no sucedieron como lo habíamos planeado, que quizá no hicimos las cosas suficientemente bien, o que quizá las circunstancias no fueron las mejores para nuestra empresa, proyecto o situación personal/pareja/familiar, y solemos abrumarnos mentalmente con los aspectos negativos de la situación y entonces comienzan las preguntas ¿por qué a mi?, ¿por qué tuvo que pasar esto?, ¿por qué a mi empresa?, preguntas que en general se quedan sin respuesta y no hacen otra cosa más que hundirnos más en el mar de nuestras preocupaciones.
Seguramente alguna vez te has preguntado ¿qué de bueno tienen mis problemas? Déjame ser honesta contigo, en realidad ¡nada! Y es que esa es la pregunta equivocada, el ángulo equivocado, porque si somos personas cuerdas sabremos que los problemas no son nada “buenos”, y entonces llega la verdadera pregunta que deberíamos hacernos cada vez que estemos frente a un problema ¿qué cosas buenas puedo obrar en mi vida por medio de este problema? Ese es el ángulo correcto, tomas el mal, el sufrimiento que hay en los problemas, y los transformas en bien, en crecimiento, en oportunidades.
Evaluar las situaciones que vivimos como “malas” seguramente nos harán sentir peor y no pensaremos con claridad, dejar de interrogarnos ¿por qué? Y cuestionarnos ¿cómo? (en el sentido de cómo es que “eso” que está ocurriendo nos puede ayudar a crecer), entonces pensaremos en resultados, en utilidad, en posibilidades.
Aquí 4 claves para afrontar la crisis:
1.- Relaciónate con la situación tal y como es: la manera más poderosa de poder lidiar con una crisis es relacionándote con ella, asumirla tal cual es, dejar de buscar culpables, o justificaciones a lo que ya está sucediendo.
1.- Cambia el enfoque. No mires el problema, mira lo que puedes aprender de éste y enfócate en la solución. Entre más tiempo le dediques a pensar en las cosas negativas, más se expanden.
2.- Mantén una actitud positiva. Sí, ya sé, no es cosa sencilla, pero se ha comprobado que los pensamientos positivos son cien veces más poderosos que los negativos.
3.- Haz equipo. ¿Has escuchado la frase “Si quieres llegar rápido ve solo, si quieres llegar lejos, ve acompñado”? aquí cobra mucho sentido, sobretodo cuando se trata de un problema o crisis dentro de tu empresa, afiánzate con un grupo de personas comprometidas y alineadas a un objetivo, a una solución.
4.- ACCIÓN. Lo único que produce resultados en esta vida, son las acciones, ¡acciona!, una vez que hayas analizado la situación, que tengas a tu equipo de trabajo, ponle acción.